Los administradores de Cacaolat y los sindicatos apuestan porque Damm-Cobega compre la empresa
La cervecera lideró las ofertas para adquirir la firma de batidos en concurso de acreedores pero el juez tendrá la última palabra
Solo falta que el juez diga la última palabra, pero la alianza entre la cervecera Damm, la embotelladora Cobega y el fondo Victory Turnaround se perfila ya como la nueva dueña de la empresa de batidos Cacaolat, hasta hace unos meses de Nueva Rumasa y actualmente en concurso de acreedores. Los administradores que actualmente se hacen cargo de la compañía, (Antoni Borràs, Jorge Lledias y José Vicente Estrada) han llevado hoy su informe de valoración sobre las distintas ofertas de adquisición al juez de Barcelona encargado de tomar la decisión de la venta, Javier Fernández. En dicho informe dan el visto bueno a la oferta de la alianza, producto de la segunda ronda de propuestas que hicieron las compañías interesadas en comprar Cacaolat. Los representantes de los trabajadores también apoyaron esta propuesta, la más elevada (también la última que se presentó, rozando el plazo máximo) y que garantiza continuar con la producción de batidos.
El futuro propietario de Cacaolat se conocerá pronto, a pesar de que ahora se abre un plazo de máximo un mes para que el juez tome una decisión. Sin embargo, fuentes judiciales han asegurado que una vez el juez reciba oficialmente el informe de los administradores (que ha sido entregado hoy pero que según fuentes citadas por EFE, no será registrado oficialmente hasta mañana), el magistrado responsable pretende cerrar el proceso de venta cuanto antes.
En la primera ronda, en septiembre, fue Capsa-Central Lechera Asturiana quien presentó la mayor oferta económica para hacerse con Cacaolat, pero los sobres que el titular del juzgado mercantil número 6 de Barcelona abrió el pasado jueves revelaron que la alianza entre Damm, Cobega y Victory era más jugosa: ofrecen 67 millones, frente a los 50 millones de Capsa y los 30,4 de Grupo Vichy. A las tres propuestas hay que sumar siete millones de euros para pagar las hipotecas pendientes y el compromiso de mantener los 500 empleos de las fábricas de Barcelona y Zaragoza.
La histórica marca de batidos de chocolate -propiedad de Clesa- presentó concurso de acreedores el pasado mes de marzo, con 30 millones de euros de deuda, coincidiendo con el macro concurso de su matriz, el conglomerado Rumasa. El proceso se ha alargado por dudas sobre quién debía realizar la venta, si el juzgado de Barcelona o otra sala mercantil de Madrid. Finalmente se impuso el juzgado barcelonés. Tras conocer las propuestas, el director general de Cacaolat, Sebastià Masdeu, subrayó que "los números son claros", aunque se mostró prudente y apuntó que hay que leer bien las ofertas.
Los abogados de la plantilla celebran el mantenimiento de los empleos y están convencidos de que Damm, Cobega y Victory (que participarían en la futura sociedad en un 49% las dos primeras y en un 2% la tercera) se harán con Cacaolat por la cuantía de su oferta y porque su plan industrial incluye la fábrica de la cervecera en Santa Coloma de Gramenet: 60.000 metros cuadrados pegados a Barcelona que incluyen la depuradora necesaria para tratar las aguas residuales.
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