La 'hucha' de las pensiones evita que la Seguridad Social entre en déficit
Los intereses del fondo de reserva enjugan el recorte en los ingresos por cotizaciones y el aumento de los gastos por paro.- El sistema cierra el año con unos excedentes de 2.382 millones, un 0,22% del PIB
El persistente aumento del paro y la caída de los ingresos por cotizaciones han exigido a lo largo de 2010 un duro esfuerzo a las arcas de la Seguridad Social, la única entre las administraciones públicas que logra mantenerse en superávit tras tres años de crisis aunque sea a costa de las reservas acumuladas en los años de bonanza. Según ha informado hoy el Ministerio de Trabajo, los excedentes de la Seguridad Social se han reducido en un 72% al cierre del pasado año hasta los 2.382,97 millones de euros, lo que equivale a un 0,22% del PIB. No obstante, de no ser por los 2.660 millones que el organismo ha ingresado por los intereses del fondo de reserva de las pensiones, que es la hucha donde se guardan los excedentes de ejercicios anteriores para asegurar las prestaciones, el sistema hubiera cerrado el año con unos 278 millones de déficit.
El fondo de reserva, creado en 2000 para garantizar el pago de las jubilaciones ante un eventual empeoramiento de la situación, cuenta con unos 65.000 millones de euros después de la inyección de 1.740 millones que el Gobierno aprobó el pasado febrero con cargo a los excedentes de 2008. La ley obliga a invertir el dinero del fondo en deuda pública, un activo considerado tradicionalmente como de escaso riesgo. En 2010, estas inversiones reportaron a la Seguridad Social 2.660 millones, unos 600 millones más de lo esperado a principios de año.
Los ingresos derivados de las inversiones realizadas con el fondo han permitido enjugar la desviación en los ingresos de la Seguridad Social frente a lo que el Gobierno tenía previsto a principios de año. En concreto, el sistema ha recaudado 1.220 millones menos por las cotizaciones de los trabajadores, lo que supone un descenso del 0,60% frente a las estimaciones iniciales. Por culpa de este recorte, el total de los ingresos no financieros se ha quedado a 1.043 millones de alcanzar su objetivo y ha acabado en 122.484 millones de euros.
En el lado contrario, los 400 millones que el Estado ha tenido que pagar a los jubilados por la desviación de la inflación han elevado la partida de las pensiones contributivas hasta los 95.714 millones, lo que supone un avance del 6% frente a lo que gastó en 2009. Este factor fue el principal responsable de que el desembolso total realizado por la Seguridad Social durante el pasado ejercicio se fuese a los 120.101 millones, unos 550 millones más de lo calculado y un 4,55% más que el gasto total de las operaciones financieras del año anterior. Por tanto, si al total de gasto se le restan los ingresos una vez deducidos los intereses del fondo, esto es 119.823 millones, el resultado es un desequilibrio entre lo que entra en la caja y lo que sale de 278 millones.
No obstante, como el resultado ha sido positivo independientemente de la manera a la que se ha llegado a él, el Gobierno espera utilizar este superávit de la Seguridad Social, que ha alcanzado las previsiones con el 0,22% del PIB, para reducir el déficit del resto de Administraciones Públicas. En concreto, el Ejecutivo confía en que los excedentes del organismo dependiente del Ministerio de Trabajo, junto a la previsión de que el Estado cerrará 2010 con un déficit unas décimas por debajo del 6,7% calculado a principios de año, permitirán contrarrestar el incumplimiento de las comunidades para cumplir con el 9,3% comprometido ante Bruselas. A falta de conocer los datos definitivos de ejecución presupuestaria de las autonomías, se espera que superen el 2,4% anunciado dentro del plan de consolidación fiscal para volver al límite oficial del 3% en 2013.
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