El Gobierno aprobará más medidas contra el déficit si la recuperación se retrasa
Campa reitera que cumplirán los objetivos de 2011 aunque el crecimiento sea menor de lo previsto.- Reduce las obras recuperadas a "reajustes finos"
El Gobierno no quiere dar ni un solo motivo para pensar que su compromiso con la consolidación fiscal flaquea. Tras las contradicciones sobre el recorte del gasto en obra pública y el temor a que la recuperación vaya más lenta de lo esperado, hoy, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha vuelto a dejar claro que se tomarán "medidas adicionales" para lograr el objetivo de reducir el déficit al 6% en 2011 si la economía no crece al ritmo previsto en los cálculos del Ejecutivo.
El objetivo de estabilidad presupuestaria es "incondicional", ha insistido Campa antes de argumentar que los fondos para relanzar las infraestructuras en 2011 provienen del ahorro en los costes de financiación de la deuda.
Tal y como ayer explicó la vicepresidenta y ministra del ramo, Elena Salgado, el recorte en los intereses que debe pagar el Tesoro por sus títulos, algo que para el secretario de Estado continuará durante el próximo año, permitirá un "pequeño" margen para llevar a cabo una reasignación presupuestaria. Sin embargo, también ha admitido que los mercados son imprevisibles, por lo que es difícil cuantificar el total de dinero disponible ya que podría variar con el paso del tiempo o cambiar de tendencia. De hecho, hoy la presión sobre los títulos españoles se ha reavivado. En cualquier caso, el número dos de Economía ha advertido de que los fondos se destinarán a "reajustes finos".
En la misma línea, el responsable de Fomento, José Blanco, ha coincidido con Campa en rebajar las expectativas sobre la medida. Según ha insistido, los recursos disponibles no son muy abundantes, con lo que no podrán satisfacer las peticiones que están llegando a su Ministerio por parte de las autonomías y constructoras, que ven con incertidumbre la llegada del otoño. Eso sí, ha añadido que los proyectos que se van a reanudar, de los que de momento solo ha concretado cuatro, todos en comunidades gobernadas por el PSOE, tienen una "extraordinaria importancia".
Sin cambios en las previsiones
Sobre un eventual frenazo en la recuperación, Campa ha asegurado que de momento "no existe información adicional para cambiar las previsiones del PIB" para el próximo ejercicio, para cuando el Ejecutivo contempla un crecimiento del 1,3%. Este objetivo es menor que el calculado por el Gobierno cuando elaboró los presupuestos de 2010, pero el impacto del plan adicional de recorte del gasto aprobado en mayo, el de la rebaja en los sueldos de funcionarios y la congelación de las pensiones, obligó a revisarlo a la baja desde el 1,6% inicial.
En cuanto al impacto que tendrá en lo que queda de año la retirada de algunos estímulos como las ayudas a la compra de coches en paralelo a la subida del IVA y el ahorro en obra pública, Campa ha respaldado las palabras de la ministra de que la economía se mantendrá en crecimientos intertrimestrales positivos a lo largo de este ejercicio.
No obstante, ha considerado en relación a las últimas apreciaciones del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que ello es compatible con una caída de hasta dos décimas en el tercer trimestre, desde el 0,2% del segundo, que haga volver a la economía a un crecimiento cero. Pese a ello, prevé cerrar 2010 con una caída del 0,3% en tasa interanual.
González Páramo recomienda que los nuevos ajustes no toquen los impuestos
El miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González Páramo considera que el saneamiento fiscal de España debe centrarse en la contención del gasto y ha afirmado que la necesidad de medidas presupuestarias adicionales es "aceptada por todos, incluso por el Gobierno", al que recomienda ser "relativamente conservador" en las previsiones para evitar "sorpresas negativas".
"Es bien sabido que un saneamiento fiscal duradero debe basarse fundamentalmente en la contención del gasto. Eso es lo que nos dice la experiencia de los ajustes fiscales en otros países", opina el ejecutivo del BCE, quien apunta que "es aceptado por todos - incluso por el Gobierno - que en 2011 y años posteriores serán necesarias medidas presupuestarias adicionales".
No obstante, el directivo del BCE se ha mostrado poco partidario de que estos esfuerzos adicionales provengan de nuevos cambios impositivos, ya que "en general, en momentos de actividad económica débil es fundamental no afectar negativamente, con medidas fiscales o de otro tipo, al empleo, a la inversión y a la confianza", aunque ha subrayado que es una decisión que compete al Gobierno, al que recomendó una menor dosis de optimismo en las previsiones.
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