AENA minimiza los retrasos porque obliga a suplir las bajas de los controladores
Algunos vuelos de Barcelona sufren retrasos de hasta dos horas
AENA está llamando a controladores aéreos para suplir las bajas médicas que se están produciendo en Barcelona, algo a lo que no se pueden negar desde que este año entrara en vigor la nueva ley que ha cambiado sus condiciones laborales, y por ello el aeropuerto está funcionado con normalidad. La protesta encubierta de la que el Ministerio de Fomento acusa a los controladores queda de esta forma prácticamente neutralizada, a diferencia de lo que ocurrió en las Navidades de 2009-2010, cuando la baja simultánea de ocho de los controladores convocados provocó graves incidencias en Barajas, ya que la empresa pública no encontró voluntarios para sustituir a los compañeros ausentes.
La bajas de controladores aéreos se cubrían antes con una bolsa de horas extra de carácter voluntario, pero con la nueva normativa AENA programa una serie de horas llamadas "imaginarias", una suerte de guardia localizada que sirve para cubrir hasta al 15% del personal. Estas personas cobran el equivalente a un 20% del servicio si no tiene que ir a trabajar. "El problema es que ahora el absentismo en Barcelona es del 34% y todo no se puede cubrir", se quejan fuentes de AENA.
Aun así, se produjeron retrasos entre la medianoche del domingo y ayer a las ocho de la tarde en la salida de 67 vuelos, la mayoría de entre 30 minutos y dos horas y cuatro de más de dos horas, de entre las 830 operaciones programadas el lunes en El Prat, la mitad de despegues, según explicaron fuentes de este aeropuerto.
"Llevan meses utilizando estos servicios forzosos, cuando antes solo servían para determinados puestos, y en el resto era voluntario y había colaboración", se queja un portavoz de USCA, el sindicato de los controladores aéreos, quien asegura que AENA "está convocando a trabajar a personal que está de baja por maternidad, por ejemplo, cuando saben desde el principio que no podrán acudir a su puesto, para poder decir que hay absentismo, que faltamos a nuestro puesto".
El 34% de los controladores aéreos programados en el centro de control ubicado en Gavà, 18 de los 53 previstos, no se presentó a trabajar, según AENA, y ocho de las bajas han sido comunicadas la misma del lunes, minutos antes de comenzar el servicio, con lo que en este caso AENA asegura que no ha tenido "oportunidad de buscar sustitutos", según un comunicado del gestor aeroportuario.
Pese a las bajas de domingo, las incidencias fueron mínimas. Lo que se libra en el fondo es un pulso entre Fomento y los controladores por la negociación del nuevo convenio colectivo, que con la nueva ley les reduce el salario y les arrebata el poder de organización y planificación de su trabajo.
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