Alemania cierra en 2009 su peor recesión en medio siglo

La economía alemana sufrió en 2009 una contracción del 5%, lo que supone la recesión más grave desde el final de la II Guerra Mundial, según ha informado hoy la Oficina Federal de Estadística. Pese a la gran caída del PIB -consecuencia de la crisis financiera y económica mundial- en el segundo trimestre del pasado ejercicio ya hubo señales de avance, lo que ha incidido a su vez en la mejora del conjunto de la eurozona. Además, los últimos indicadores de finales del pasado ejercicio apuntan a que la recuperación, aunque modesta, es consistente al calor del repunte de las exportaciones y el consumo.

No obstante, echando la vista atrás, la caída del PIB en tasa interanual se debió sobre todo, según la oficina estadística alemana, a la bajada en las exportaciones -de un 14,7%- frente a hace un año. "Alemania, como nación exportadora, ha sido especialmente golpeada por la recesión mundial", ha explicado el presidente del organismo, Rodereich Egeler. Hasta ahora, la recesión más grave de la historia de la postguerra en Alemania se registró en 1975, como consecuencia de la crisis del petróleo, cuando el PIB cayó el 0,9%.

Sin embargo, después de una fuerte caída en el primer trimestre, el PIB de la locomotora europea aumentó un 0,4% en el segundo trimestre y un 0,7% en el tercero. Las cifras de final de año hacen que los expertos crean que la economía sigue recuperándose y que en 2010 volverá a haber crecimiento. Los pronósticos de crecimiento del PIB para este año oscilan entre el 1,6% y el 2,3%. En 2008, el Producto Interior Bruto (PIB) alemán creció un 1,3%.

Regreso al déficit

La recesión afectó también a las finanzas públicas y en 2009 Alemania tuvo un déficit del 3,2% del PIB, con lo que por primera vez desde 2005 no logró cumplir las exigencias del Pacto de Estabilidad.

Dentro de las cifras proporcionadas hoy, llama la atención que, pese a las dimensiones de la crisis, los efectos de la misma en el mercado laboral hayan sido relativamente moderados y que el número de personas con contrato de trabajo sólo se haya reducido en 37.000. Eso ha sido posible gracias a instrumentos como la subvención de la jornada reducida, que fue aprovechada por los empresarios para evitar despidos. "Es especialmente satisfactorio que el mercado laboral se haya mostrado resistente ante la crisis", ha valorado el ministro de Economía, Rainer Brüderle.