"La sociedad española sigue siendo solidaria"
Las donaciones a ONG siguen incrementándose pese a la recesión
Los donantes españoles superan a quienes hacen cola a las puertas del INEM: tres millones y medio de parados frente a alrededor de cuatro millones de personas -4.186.400 en noviembre de 2008, según la Asociación Española de Fundraising (AEF)- que aportan parte de su sueldo o prestación por desempleo a la financiación de las ONG, un 11% de la población mayor de edad.
A pesar de la coyuntura económica, la cooperación al desarrollo se salva de la quema. "Cuando la gente se pone a recortar gastos, no es lo primero que dejan", explica Gregori. Como ejemplo, Cruz Roja España, la organización nacional con mayor volumen de ingresos en 2007, según datos de la Coordinadora de ONGD Española (CONGDE) -que agrupa a más de 90 entidades-, ha visto incrementarse el número de socios hasta los 873.000. Y eso sólo en los siete primeros meses de 2009: un 2,1% hasta el 23 de julio, con respecto a los 855.000 registrados al cierre de 2008.
"A los donantes les pesa que haya gente que está peor"
Empresas y administraciones podrían reducir sus aportaciones en 2010
En Acción contra el Hambre los datos se acercan. "Ha habido descensos en las donaciones, pero hemos registrado más altas que bajas", asegura Carmen Gayo. En lo que va de año, las aportaciones retiradas se han incrementado entre un 3% y un 4% con respecto a 2008, según la entidad, pero los nuevos socios siguen siendo más.
La tendencia, de hecho, es positiva desde 2007, cuando el sistema financiero se vino abajo. Los ingresos de algunas de las mayores ONG internacionales con delegación en España, como Médicos sin Fronteras, Acción contra el Hambre o Amnistía Internacional, aumentaron en torno a un 20%.
Esto, en cuanto a cuotas periódicas, porque lo que sí ha disminuido son las donaciones puntuales, es decir, el dinero correspondiente a campañas extraordinarias o de emergencia, debido, especialmente, a que 2009 ha sido un año parco en catástrofes naturales o conflictos provocados por el hombre.
La causa de este derroche solidario la apuntaba el director de Save the Children en España, Alberto Soteres, hace un mes en un seminario sobre el sector en tiempos de crisis: "(A los donantes) les pesa el hecho de pensar que hay gente que está peor que ellos". Y eso a pesar de que más de un millón de familias no perciben salario alguno, 300.000 personas viven sin prestación ni subsidio y la pobreza golpea a cerca del 18% de la población.
Ahorrar fondos
Aunque la crisis parece únicamente haber rozado la ayuda humanitaria, los cooperantes observan de reojo la estela de la recesión, que aún puede golpearles. La mirada está puesta en las donaciones realizadas por las empresas a través de sus fundaciones o programas de obra social y en las subvenciones.
Los bancos y cajas españoles han reducido el dinero destinado a proyectos solidarios un 26% de media, según un estudio de la revista Eroski-Consumer. La estabilidad de sus cuentas es la principal causa: las provisiones voluntarias han esquilmado la inversión social.
Por otra parte, el esfuerzo presupuestario realizado por las administraciones públicas, a todos los niveles, para sacar adelante proyectos de saneamiento de la economía repercutirá, según Gregori, en las arcas de las ONG a partir del próximo año, especialmente de aquellas entidades donde los fondos públicos suponen más del 30% de los ingresos. A pesar de que la partida de la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aeci) destinada a convenios y subvenciones se ha incrementado en los dos últimos años, quizá quienes más sufran sean las pequeñas organizaciones que dependen, sobre todo, de la financiación autonómica.
La solidaridad gana, de momento. Carmen Gayo y Jaime Gregori, de Acción contra el Hambre y Cruz Roja, respectivamente, coinciden: "La crisis se está notando, pero no tanto como esperábamos". La conclusión, no obstante, es más prudente: "El año que viene seguirá siendo un año complicado".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.