Salgado pide a los bancos y cajas 10.000 millones para el fondo de economía sostenible

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, ha clausurado el IX Encuentro Financiero Internacional organizado por Caja Madrid y EL PAÍS, acto en el que ha pedido hoy a los bancos y cajas que aporten el 50% del futuro fondo para la economía sostenible que se pondrá en marcha en 2010 y que ascenderá a 20.000 millones de euros. Cuando llegue la recuperación, ha afirmado Salgado, el sector financiero español deberá "redirigir la asignación de recursos hacia sectores sostenibles, es imprescindible su participación en el fondo".

Salgado ha defendido el papel de la banca para superar la crisis, aunque ha añadido que su función "será también determinante en la recuperación". En ese momento, una fecha que los organismos internacionales fijan para el inicio de 2010, la ministra se ha mostrado confiada en que "todas las entidades estén en disposición de atender todas las demandas de crédito que se les presenten".

"La preocupación por la falta de liquidez ha ido derivando en dudas sobre la calidad de los activos y un rápido crecimiento de la morosidad"

Asimismo, ha añadido que el sector será "importante también para decidir la dirección del nuevo modelo productivo hacia una economía más sostenible redirigiendo la asignación de recursos". Es decir, dando préstamos a proyectos vinculados al cambio de modelo, participando en los proyectos de infraestructuras y, por otra parte, adoptando posturas que faciliten un "comportamiento menos cíclico del crédito en un futuro" y ayuden a eliminar la "volatilidad de la financiación" a través de la aportación de reservas.

Un modelo que, según ha recordado, ayer adoptó la UE en base al modelo español. Salgado ha animado a los bancos a establecer políticas que permitan a ciudadanos y empresas acceder al crédito y ha asegurado que, si bien es correcto tomar medidas para evitar nuevas crisis, "un exceso de prudencia podría ser contraproducente".

Sobre la situación actual del sector financiero, Salgado ha explicado que la "preocupación por la falta de liquidez ha ido derivando en dudas sobre la calidad de los activos y un rápido crecimiento de la morosidad, que en abril llegó al 4,5%". Un nivel alto frente al nivel de hace un año, según ha admitido, pero comparable con los países del entorno y muy por debajo de las cotas alcanzadas en anteriores crisis. Sin embargo, este deterioro unido a la evolución a la baja del negocio hace "inevitable un redimensionamiento del sector", reduciendo sus redes y su tamaño. Por lo que "los procesos de concentración son inevitables", ha añadido.

Por este motivo, ha declarado, el Gobierno creó el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, que aprueba esta tarde el Congreso, con el objetivo de facilitar una remodelación eficaz y apoyar a los procesos que ayuden a consolidar el sector. Si este proceso fuera desordenado, en opinión de la ministra, se corría "el riesgo de contagio, con la amenaza de reducir aún más el crédito".

Sin distorsiones

Ante las críticas de la oposición y algunas comunidades por una supuesta invasión de competencias, Salgado ha defendido que se adapta a las características de España y es "respetuoso con las competencias de todas las administraciones", al tiempo que, tal y como reclama Bruselas, es "proporcionado y temporal". En este punto ha reseñado que "en ningún caso es un apoyo incondicional, ya que siempre que se aporten recursos se va a exigir una reestructuración que incluya también un reducción de su dimensión", es decir, el cierre de oficinas.

Gracias a esta característica, la ministra se ha mostrado confiada en que evitará "que distorsione la competencia" y ha asegurado que contiene mecanismos para evitar que aquellas entidades que pos su buena gestión no necesiten recurrir a él, se vean perjudicadas por las ayudas a sus rivales.

Salgado considera que las previsiones del Gobierno son "mejores" que las del FMI