Quintás advierte de que el "caos retornará en 15 ó 20 años" si no se profundiza en las reformas

El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, ha advertido hoy de que "conforme se alejan los días de pánico de 2008, el coraje para enfrentarse a reformas de calado se va reduciendo". Además, aunque se ha mostrado optimista respecto a la salida de la crisis financiera, ha añadido de que si no se llevan a cabo estas necesarias modificaciones "el caos retornará en 15 o 20 años". Sobre actuaciones concretas que se deben llevar a cabo en este proceso, Quintás ha abogado por "tomar medidas" y obligar a los megabancos a crear "planes de contingencia" para desmantelarlos en caso de riesgo del sistema porque ha quedado patente que la premisa "demasiado grande para caer era un tópico de la literatura financiera".

Durante su intervención en el IX Encuentro Financiero Internacional organizado por Caja Madrid y ELPAÍS, Quintás ha afirmado que "existe cierto riesgo de que la reforma del sistema financiero sea más al estilo del príncipe de Lampedussa, en la que se cambian muchas cosas pero no las suficientes para cambiar su funcionamiento, que queda dañado por los factores tóxicos" que están en el origen de la crisis. Por este motivo, ha valorado la apuesta por establecer una regulación macropudencial que, en esencia, "penalice el crecimiento excesivo del crédito" en los momentos de expansión y facilitarlo en la descendente.

Sobre los grandes bancos, Quintás, que ha rechazado la posibilidad de que llegue a haber "megacajas" en España, ha explicado que estas entidades "no solo son demasiado grandes, sino que también son demasiado grandes para ser rescatados". En este sentido, ha añadido que existe un "enorme consenso entre los organismos internacionales como el FMI, el G-20 o la administración Obama de combatir el riesgo sistémico de algo demasiado grande para poder ser rescatado por ser demasiado caro".

También sobre este tipo de entidades, el presidente de la Asociación Española de Banca, Miguel Martín, ha señalado que si un banco es "demasiado grande para quebrar, es que será demasiado grande para existir". Aunque, más que el tamaño, le preocupa la complejidad de estos grupos, ya sea porque fueron creados por razones de arbitraje regulatorio o por evasión fiscal".