Telefónica, sumida en críticas por dejar incomunicado a Perú tras el terremoto

Tras el terremoto del 15 de agosto en Perú se hizo el silencio. Ni los teléfonos fijos ni los móviles funcionaron en las horas siguientes al seísmo. Este fallo en las comunicaciones, que dejó aislado al país, ha provocado que tanto los usuarios como el propio Gobierno hayan colocado a Telefónica bajo una lluvia de críticas. El Ejecutivo ha ordenado al ministerio de Transportes y Telecomunicaciones investigar el caso para saber si la multinacional española, que domina el mercado, cumple con el contrato de concesión.

Ni el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se libró del colapso. Cuando intentó llamar a su homólogo peruano, Alan García, no lo consiguió pese a varios intentos. A Uribe le urgía contactar con García porque no sabía si existía el riesgo de que un tsunami afectara la costa colombiana del Pacífico. Tres horas después de intentos fallidos, el dirigente colombiano supo que su país no corría peligro.

"El presidente de la República tiene toda la razón al reclamar y también lo hacemos todos los ciudadanos a Telefónica del Perú, yo no sé que pasaría si en España hubiera ocurrido esto", ha declarado la legisladora oficialista Mercedes Cabanillas, ex presidenta del Congreso.

"Que no me digan que porque varios usuarios llaman al mismo tiempo no se puede canalizar las llamadas", ha replicado indignada la influyente legisladora al rechazar las explicaciones públicas de Telefónica a través de su gerente de comunicaciones, Carlos Oviedo.

Los hechos

El día del terremoto falló toda la red de telefonía fija y móvil en el centro sur de Perú, lo que provocó que el presidente, Alan García, recurriera a los micrófonos de la radio RPP para transmitir un mensaje de tranquilidad a la zona afectada por el seísmo.

La falla colocó bajo la lupa el millonario contrato suscrito en 1994 por el Estado peruano y la compañía española, provocando varias solicitudes en el Congreso para revisar el acuerdo y la creación de una comisión investigadora. Las críticas coinciden en que Perú no cuenta con un plan de emergencia en telefonía y que Telefónica no invirtió en planes de prevención para evitar una situación como la que atravesó el país.

Telefónica no ha emitido hasta ahora un informe sobre lo que pasó con los teléfonos y ha insistido que el sistema colapsó por una sobrecarga debido a una suma de factores, como la escasez de antenas repetidoras que no puede colocar en zonas residenciales debido a restricciones de la legislación peruana.