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El Gobierno quiere un modelo fiscal más sencillo y que impulse la productividad

Zapatero sitúa la reforma fiscal en 2005 tras un amplio debate social

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha insistido en que el Ejecutivo pretende adoptar una reforma fiscal el próximo año, a partir de un "debate social amplio", que permita el máximo consenso posible, para establecer un modelo más sencillo y justo e impulsor de la productividad.

Rodríguez Zapatero se expresó así en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, en respuesta al diputado y presidente del PP, Mariano Rajoy, quien pidió al Gobierno que, dado que no es capaz de presentar ninguna propuesta fiscal concreta, "por lo menos se calle", para no generar más desconfianza e incertidumbre.

El presidente explicó que el Gobierno pretende abrir ya el debate sobre la reforma tributaria y recabar opiniones para conformar la propuesta definitiva que se enviará al Parlamento.

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Rajoy criticó que se haya anunciado, desmentido y dejado en estudio, primero el aumento de la tributación de las plusvalías, después la supresión de las desgravaciones por adquisición de vivienda y ahora por aportaciones a planes de pensiones y "siempre con la demagogia de los ricos". El parlamentario del PP dijo que la eliminación de las deducciones por aportaciones a fondos de pensiones perjudicaría a siete millones de españoles, y lamentó que, por medio de anuncios, se genere incertidumbre y desconfianza, al tiempo que fomentan los movimientos especulativos a corto plazo y la "cultura del ladrillo".

Rodríguez Zapatero subrayó, sin embargo, que los indicadores económicos disponibles son positivos, tanto en términos de crecimiento, como de evolución del empleo, inversión en equipo o confianza de los agentes.

Fiscalidad sencilla

Reiteró que la propuesta de reforma tributaria definitiva no se conocerá hasta el segundo año de la legislatura, pero reseñó que la prioridad será, en cualquier caso, conseguir una fiscalidad más sencilla, más justa en el reparto de la carga y que favorezca la inversión productiva.

Se hará, prosiguió, tras un debate social amplio, como se han hecho las reformas fiscales anteriores, y habrá libertad de opinión para contribuir a la propuesta final, concluyó.

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