La huelga de grúas deja más de 4.000 vehículos abandonados en las carreteras vascas

Los conductores de grúas han celebrado hoy una manifestación entre Derio y Bilbao, una protesta que se ha desarrollado en el marco de la huelga que el sector mantiene desde hace 22 días y que ha convertido las carreteras vascas en un cementerio de coches accidentados y averiados.

Tras cuatro semanas de huelga hay más de 4.000 vehículos abandonados en cunetas y arcenes del País Vasco. La Ertzantza los aparta de la carretera para evitar nuevos accidentes, pero a medida que pasan los días la situación se vuelve más peligrosa para los conductores que circulan por Euskadi.

Otro problema añadido ha surgido tras la huelga. Ruedas, radios, motores... Hay mucho que aprovechar en un coche abandonado, y grupos de ladrones que no están dispuestos a dejar pasar la ocasión se dedican a saquear los vehículos. No es raro ver en algunos puntos de las vías a los dueños junto a sus vehículos, poco dispuestos a que su coche se convierta en un fácil botín.

Siete detenidos y vigilancia especial

La policía autonómica ha establecido un dispositivo especial de vigilancia y ha dado orden a sus agentes de detener a cualquier persona que merodee cerca de los coches. Según la Ertzantza, siete personas han sido detenidas por robar en esos vehículos.

Mientras, siguen las protestas del sector, que había convocado para hoy una manifestación entre Derio y Bilbao. Más de 350 grúas han circulado esta mañana en caravana hasta la capital vizcaína para pedir la equiparación de sus tarifas con las aplicadas en otros países de la Unión Europea. Las grúas se quedarán a las puertas de Bilbao para no colapsar la ciudad, que vive su Semana Grande de fiestas.

El próximo viernes se celebra en Madrid una reunión para negociar el fin del conflicto, que podría ampliarse a otras comunidades autónomas.