Antonio Camacho abandona la cárcel bajo fianza después de tres años
Era el único imputado en el caso Gescartera que permanecía en prisión
El propietario de la agencia de valores Gescartera y principal inculpado en el caso, Antonio Camacho, ha abandonado hoy, a las 19.50 horas la prisión de Soto del Real después de permanecer en ella tres años.
A los periodistas concentrados a las puertas de la cárcel madrileña, donde también estuvo encarcelada la presidenta de la agencia de valores, Pilar Giménez-Reyna, se limitó a decirles que se encontraba muy bien, aunque "cansado" y "nervioso".
Por la mañana, la defensa de Camacho presentó un cheque de 30.000 euros, la cantidad que faltaba para completar la fianza de 300.000 euros impuesta por la jueza de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, para decretar la libertad del detenido.
El caso Gescartera se remonta al verano de 2001, cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) intervino la agencia de valores ante los problemas detectados en la misma. Esta intervención descubrió un "agujero" patrimonial en la entidad, que en principio se cifró en unos 80 millones de euros y que posteriormente ascendió a 108 millones, lo que originó que el caso pasara a manos de la juez Teresa Palacios, que desde la Audiencia Nacional se hizo cargo de la investigación judicial.
Precisamente ayer, Palacios acordó en un auto finalizar la instrucción del caso Gescartera y conceder diez días a las partes personadas para que presenten sus escritos de acusación o sobreseimiento y pueda iniciarse el correspondiente juicio oral. Según el auto de la juez, la magistrada aprecia en el caso los delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad en documento mercantil continuados.
A dos asignaturas de acabar Derecho
Antonio Camacho ha aprovechado su estancia de tres años en la cárcel madrileña de Soto del Real para estudiar Derecho, aunque todavía le quedan dos asignaturas para acabar la carrera, según ha señalado su abogado Iñigo Cobo cuando Camacho ha abandonado la prisión bajo fianza. El letrado ha dicho que Camacho había sido "un interno más, sin ningún tipo de privilegio", y que, aparte de estudiar, ha trabajado "enseñando a leer y a escribir a otros internos y tratando de pasar el tiempo lo más ocupado posible."
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