El escándalo de los fallos de los 'Mitsubishi Fuso' se agrava con la muerte de tres conductores
La revisión constante de vehículos y las dimisiones en la filial y en la matriz japonesas apuntan a posibles negligencias continuadas
El fabricante del motor Mitsubishi Fuso, aquejado por un escándalo de ocultación de defectos de fabricación que motivó la detención del ex presidente de Mitsubishi Motors por supuesta negligencia profesional, ha anunciado hoy que seis accidentes ocurridos a mediados de este mes en
coches de su marca se han saldado con tres muertes.
Los accidentes mortales ocurrieron entre el 14 y el 21 de junio en las localidades de Sakaide, Hiroshima y Toyohashi, según la empresa, anterior división de camiones de Mitsubishi Motors. Hasta ahora, dos personas habían perdido la vida en accidentes relacionados con defectos de camiones Fuso, uno de ellos debido al desprendimiento de una rueda en marcha y el segundo, al mal funcionamiento del embrague. El Ministerio japonés de Transportes demandó ante el Tribunal de Tokio al grupo por ocultar los defectos que desencadenaron las tragedias.
Según fuentes de la investigación, ya en mayo de 1996 la empresa era consciente de los problemas en los embragues y de que podían provocar accidentes graves. Al parecer, incluso consideró la posibilidad de llamar a revisión los vehículos, aunque finalmente se decantó por "reparaciones secretas" en algunos camiones. El pasado mayo, admitió la ocultación sistemática en los últimos ocho años de fallos técnicos, procedió a un examen de millares de vehículos y anunció la disposición de 15 altos cargos de la firma de recortarse sus sueldos entre un 20%.
Por otra parte, fuentes industriales han revelado que los defectos en los resortes de la puerta trasera de un modelo de furgoneta fabricada en 1992 por Mitsubishi Motors provocó heridas a nueve personas, aunque no se especificaron las fechas.
El goteo de noticias relacionadas con la falta de seguridad de estos vehículos ha provocado las detenciones de ex ejecutivos de ambas firmas y ha puesto en peligro su relación con el socio mayoritario de ambas, la germano-americana DaimlerChrysler, que posee un 37% de Mitsubishi Motors y un 65% de Mitsubishi Fuso.
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