DaimlerChrysler abandona a su suerte a su participada japonesa Mitsubishi
El grupo alemán se niega a inyectar más dinero en la compañía nipona en plena crisis
En un drástico viraje estratégico, DaimlerChrysler ha decidido abandonar a su suerte a Mitsubishi Motor Company (MMC). La automovilística japonesa, participada en un 37% por el grupo alemán, pasa por una fuerte crisis y requiere liquidez. DaimlerChrysler, sin embargo, no participará en la proyectada ampliación de capital. La inesperada decisión, dada a conocer el jueves, fue celebrada por la Bolsa, donde las acciones de DaimlerChrysler subieron ayer un 5,7%. Los valores de MMC, en cambio, cayeron un 25%. No está claro si la compañía japonesa resistirá el golpe.
Para poder seguir adelante, MMC necesita en torno a 5.500 millones de euros, según las filtraciones a la prensa de un plan de saneamiento en cuya elaboración participaron altos directivos de DaimlerChrysler. El dinero iba a recaudarse con una ampliación de capital en la que también debían participar los demás grandes accionistas de la automovilística japonesa, pertenecientes todos al conglomerado Mitsubishi. Según la agencia Bloomberg, DaimlerChrysler, como mayor accionista, estudió aportar en torno a 3.000 millones de euros. Su consejo de vigilancia, sin embargo, acabó considerando en la noche del jueves que los "proyectados resultados" de este plan de rescate no permitían justificar ante los accionistas los "altísimos costes" para el grupo alemán, en palabras del consejero financiero, Manfred Gentz.
Pérdidas
La decisión deja en el limbo a MMC, que en el año fiscal finalizado el 31 de marzo registró pérdidas superiores a los 500 millones de euros. La compañía, que lleva dos años sin renovar su gama de modelos, no pudo evitar que sus ventas en EE UU, el más importante de los mercados automovilísticos, cayeran en un 26% en 2003.
En vista de que las deudas acumuladas superan los 8.000 millones de euros, la retirada de DaimlerChrysler abre la posibilidad de que ésta sea una crisis definitiva. Mientras que Mitsubishi anunciaba que pretende elaborar un nuevo plan de rescate, el ministro de Transporte japonés, Nobuteru Ishihara, admitió que está en juego la "supervivencia" de MCC, cuarta automovilística del país.
Gentz vinculó ayer a las decisiones que tome el conglomerado Mitsubishi, el futuro del paquete del 37% que DaimlerChrysler mantiene en la firma japonesa. Una eventual venta de este paquete (por el que se pagaron más de 2.200 millones de euros) "dependerá de los demás accionistas", dijo. El directivo aseguró que la decisión de abandonar MMC, "por el momento", no tendrá mayor impacto en los resultados operativos de DaimlerChrysler.
Esto, sin embargo, está por verse: dirigida por un ejecutivo alemán, Rolf Eckrodt, MMC, hasta la fecha, era un componente esencial de DaimlerChrysler. Los modelos Smart Forfour y Mitsubishi Colt se producen en una única fábrica. Otros proyectos incluyen plataformas compartidas por MMC y Chrysler y la producción conjunta de un motor de cuatro cilindros, en la que también participa la automovilística coreana Hyundai.
DaimlerChrysler controla, además, el 65% del fabricante de vehículos comerciales Mitsubishi Fuso. Gentz aseguró que todas estas cooperaciones han sido fijadas contractualmente y, por tanto, continuarán. Sin embargo, el consejero financiero de DaimlerChrysler también tuvo que admitir que la decisión del consejo de vigilancia de no conceder más dinero a MMC "podría tener un impacto negativo" en Japón. Gentz pidió "sensatez" a todos los involucrados.
La eufórica reacción bursátil a esta decisión de DaimlerChrysler se explica porque la inmensa mayoría de los expertos daba por fallido el intento de crear un único gigante automovilístico con control directo de la fabricación no sólo en Europa y EE UU, sino también en Asia.
Desde que en 1998 anunciara la compra de Chrysler, el grupo alemán, dirigido por Jürgen Schrempp, ha perdido la mitad de su valor. Schrempp, artífice del modelo que en Alemania se conoce como Mundo, SA, no dio la cara ayer. Fue Gentz quien admitió que DaimlerChrysler tendrá que "reconsiderar" su estrategia asiática. El grupo alemán controla asimismo un 10% de Hyundai y también esta participación está en tela de juicio.
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