Fontaneda reanuda su producción tras la liberación de los directivos retenidos
La Guardia Civil instruye diligencias después de que los trabajadores secuestraran ayer durante horas a los representantes de United Biscuits
En un ambiente de tensa calma, la fábrica de galletas Fontaneda ubicada de la localidad palentina de Aguilar de Campoo ha reanudado esta mañana su producción después de que ayer centenares de trabajadores retuvieran durante doce horas a seis representantes de la United Biscuit. La compañía estadounidense, que pretende cerrar la factoría, de la que es propietaria, aún no ha anunciado acciones legales pero la Guardia Civil ya ha instruido diligencias por el incidente.
La retención ilegal de los directivos se resolvió ayer a última hora tras la intervención de los antidisturbios. Los vecinos y trabajadores protestaban contra el anunciado cierre de la fábrica.
Finalmente, tras restablecerse el orden, a las 9,30 de esta mañana se ha puesto en marcha la maquinaria de producción en la factoría galletera, donde 212 empleados pueden perder su puesto de trabajo, según ha asegurado esta mañana el presidente del comité de empresa, Hilario Álvarez.
Álvarez ha manifestado que 90 trabajadores han acudido esta mañana a sus puestos de trabajo para reanudar la actividad productiva y ha explicado que, a pesar de la tensión vivida ayer, ahora la situación es de calma.
Según el presidente del comité de empresa la carga de la Guardia civil "fue desproporcionada". Los vecinos de Aguilar "son trabajadores, no delincuentes", que defienden sus puestos de trabajo, ha asegurado.
Ha añadido que la empresa United Biscuits Group, propietaria de la fábrica de Fontaneda, aún no se ha puesto en contacto con los representantes de los trabajadores, una vez que ayer quedó interrumpida la reunión que ambas partes estaban celebrando para negociar una salida al futuro de la factoría.
17 heridos
Por su parte, fuentes de la Guardia Civil han explicado esta mañana que ayer 17 agentes de las fuerzas antidisturbios que liberaron a los retenidos sufrieron heridas inciso-contusas, por piedras y objetos contundentes, aunque ninguno de ellos necesita hospitalización.
A su vez, dos vecinos de Aguilar tuvieron que ser atendidos por la Cruz Roja, por intoxicación de gases de humo, lanzados por los agentes.
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