El Senado argentino aprueba la ley de déficit cero

Con 44 senadores presentes y 28 ausentes, la Cámara Alta ha respaldado por mayoría al proyecto gubernamental con el que se pretende equilibrar las cuentas públicas mediante un recorte de salarios de los empleados públicos y de pensiones de más de 500 pesos (mismo número de dólares), y la subida de impuestos, entre otras medidas. La medida intenta tranquilizar los mercados para traer nuevas inversiones exteriores.

Pese a votar en contra, el opositor Partido Justicialista (PJ), que controla la cámara, ha facilitado el trámite del proyecto con la presencia del número de sus senadores necesarios para que hubiera "quorum" y también hizo posible la aprobación global al no estar presentes todos sus representantes, lo que dio mayoría a las fuerzas del Gobierno. Los senadores justicialistas calificaron de "aberrante" el proyecto por que hace recaer el sacrificio en los sectores más débiles argentinos, especialmente los jubilados.

En la discusión artículo por artículo, algunos senadores tratarán de introducir modificaciones al texto aprobado por la Cámara de Diputados la semana pasada, sobre todo los referidos a recorte de ingresos de funcionarios y jubilados.

Apoyos con reticencias

Algunos senadores de la Alianza gobernante han manifestado que votaron favorablemente por sentido de la responsabilidad, aunque no están de acuerdo con algunas medidas propuestas por el Gobierno.

El senador justicialista Eduardo Menem, hermano del ex presidente Carlos Menem, ha denunciado la "presión" a la que se ha sometido a los senadores para que aprueben el proyecto con el argumento de "o sale esta ley o es el apocalipsis".

"Yo no creo que con esta ley se solucionen todos los problemas", ha dicho Menem, quien ha señalado que, en su opinión, que la crisis argentina no es sólo económica sino que se debe también a que "no hay confianza en este gobierno".

En respuesta a las advertencias de que no aprobar la ley ocasionará problemas para cumplir con las obligaciones externas del país, Menem ha señalado que la deuda externa argentina, cifrada en unos 147.000 millones de dólares, supone el 46% del Producto Interior Bruto, porcentaje inferior al de países como España o Estados Unidos.

También ha indicado que el déficit público argentino equivale al 2,4% del PIB mientras que a los países de la Unión Europea sujetos a los criterios de Maastricht se les acepta un déficit de hasta un 3% del PIB.

Una ley sin marcha atrás

Desde el Gobierno de De la Rúa se ha insistido, tras aprobar el Senado la ley de déficit cero, que no habrá marcha atrás en el afán de equilibrar las cuentas públicas pese a las protestas que pueda ocasionar.

"Las leyes están para ser cumplidas. No va a haber retrocesos", ha dicho Chrystian Colombo, jefe del gabinete de ministros, en una reunión con corresponsales extranjeros pocas horas después de que el Senado convirtiese en ley las medidas para lograr un "déficit cero" antes de fin de año mediante un drástico ajuste de gastos.

Colombo, que ha dicho que son "medidas duras" pero necesarias para reducir el "excesivo peso" del sector público en Argentina, ha indicado que aún quedan reformas pendientes en el Estado.

Colombo ha indicado que la ley aprobada por el Senado constituye más que un ajuste "una regla permanente de comportamiento para el sector público". "La ley en sí misma es una norma de comportamiento fiscal", ha agregado.

Sobre la posibilidad de nuevos recortes, Colombo ha señalado que ello dependerá de que "el programa económico funcione normalmente".

En respuesta a numerosas preguntas de los periodistas sobre los temores que la situación de Argentina ha generado en el extranjero, Colombo ha opinado que hay "una dosis de irracionalidad" en esas versiones, porque Argentina ha demostrado que es un país donde se cumplen las leyes y las instituciones funcionan.

Los empleados del Estado decidieron iniciar una huelga de 48 horas ante la decisión gubernamental. El paro coincide además con el corte simultáneo de carreteras durante 24 horas en 50 ciudades y localidades del país que han organizado los denominados "piqueteros", un movimiento integrado mayoritariamente por desocupados.

Los "piqueteros" anunciaron que si el Gobierno no da marcha atrás con su nuevo programa económico, el martes 7 de agosto volverán a cortar las principales carreteras del país durante 48 horas y el 13 de ese mes lo harán durante 72 horas.

Los elogios del FMI

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha recibido la noticia con optimismo y ha declarado que esta decisión "ayudará en gran modo a estabilizar la situación macroeconómica" del país.

La declaración del organismo internacional ha sido difundida en Buenos Aires en relación con la sanción de una ley que prevé rebajas de hasta el 13% en los salarios de los agentes públicos y las jubilaciones.

"Saludamos la aprobación en el Congreso argentino del paquete de medidas designado para conseguir déficit fiscal cero, que demuestra la unidad política de Argentina en el compromiso del déficit fiscal", ha subrayado la declaración.

El FMI ha añadido que uno de sus equipos de inspectores se encuentra en Buenos Aires para entrevistarse con las autoridades argentinas, a las cuales prometió "ayudar para resolver las actuales dificultades económicas".