El Gobierno impone un arbitraje obligatorio para solucionar el conflicto de Iberia

Rato ha señalado que el Ministerio de Trabajo ha puesto ya en marcha los mecanismos legales, "para los que hay un plazo en el que las partes pueden designar un árbritro [24 horas] y si no hay acuerdo lo desiganará el Gobierno, entendiendo que independientemente de los intereses empresariales, existen intereses generales que afecta a la economía general". Después, el árbitro tendrá cuatro días para dictar el laudo, que será de obligatorio cumplimiento para ambas partes.

De hecho el Gobierno se ha apoyado para tomar esta medida en el Real Decreto de 4 de marzo de 1977 sobre relaciones de Trabajo, que en su artículo 10 señala textualmente que "el Gobierno, a propuesta del Ministerio de Trabajo, teniendo en cuenta la duración o las consecuencias de la huelga, las posiciones de las partes y el perjuicio grave de la economía nacional, podrá acordar la reanudación de la actividad laboral en el plazo que determine, por un período máximo de dos meses o, de modo definitivo, mediante el establecimiento de un arbitraje obligatorio".

No obstante, la sentencia del Tribunal Constitucional de 8 de abril de 1981 declara inconstitucional el primer párrafo del artículo 10 del Real Decreto-ley "en cuanto faculta al Gobierno para imponer la reanudación del trabajo, pero no en cuanto le faculta para instituir un arbitraje obligatorio, siempre que en él se respete el requisito de imparcialidad de los árbitros".

"El incumplimiento de este acuerdo", continúa el citado artículo "podrá dar lugar a la aplicación de lo dispuesto en los artículos 15 y 16" [donde se señalan las sanciones previstas tanto para los trabajadores como para los empresarios que las incumplan].

La solución arbitral ya había sido propuesta por la compañía hace dos días, pero fue rechazada por el SEPLA.

Cinco horas sin vuelos

Esta decisión llega después de que la compañía suspendiera durante más de cinco horas todos sus vuelos por motivos de seguridad tras la dimisión en bloque de 99 de sus pilotos con cargos de máxima responsabilidad. La actividad fue restablecida a las 5.25 de esta madrugada tras comprometerse 145 pilotos, incluidos los 99 dimisionarios, a permanecer en sus puestos hasta ser sustituidos.

La salida de los primeros vuelos de Iberia ha transcurrido con normalidad, y durante la mañana no se han producido incidencias y ni retrasos notables en los principales aeropuertos españoles. El índice de puntualidad de los vuelos era del 96% hasta las 10.30 horas y el retraso medio de dos minutos en el aeropuerto de Barajas en Madrid.

Según fuentes de AENA, hasta la citada hora, el índice de puntualidad de las llegadas era del 100% y el retraso medio de un minutos, mientras que en salidas se situaba en un 93% y en 3 minutos de demora.

Peor iban las cosas en la bolsa, donde las acciones de la aerolínea se han estrellado, cayendo un 2,62% en la apertura de la sesión. Después, a media sesión, los títulos de la compañía subían y alcanzaban su precio de cierre de ayer.

En el escrito que los 145 pilotos remitieron esta madrugada a Iberia éstos expresaban su compromiso de asumir las responsabilidades propias de su cargo hasta que se encontraran sustitutos, aunque mantenían su decisión de abandonar sus puestos.

El envío de estas cartas se produjo después de que el portavoz de la Sección Sindical del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) en Iberia, Jaime Lacasa, se comprometiera a pedir a los pilotos dimisionarios que mandaran un documento en el que, reafirmándose en su decisión, expresaran el compromiso con las responsabilidades propias de su cargo hasta que se encontraran sustitutos.

La aerolínea que preside Xabier de Irala explicó entonces en un comunicado que "ante el cambio de actitud de los pilotos dimisionarios de la Dirección de Operaciones, que a lo largo de la noche han retirado su dimisión o bien garantizado formalmente y por escrito que asumen la responsabilidad de sus cargos hasta que pueden ser sustituidos, la compañía Iberia considera que han desaparecido las causas que provocaron la suspensión cautelar de sus actividades y las reanudará a partir de las 5.25 (hora peninsular) de hoy viernes 13 de julio".

Iberia, concluía la nota, "se congratula, por el bien de sus clientes, de la rectificación de estos pilotos que han decidido dar prioridad a sus responsabilidades". La aerolínea pidió entonces disculpas a sus clientes por las molestias causadas y afirmó pretender operar con normalidad durante las siguientes horas.

Gravísimo e injustificado

Por su parte, el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) ha asegurado que la seguridad aérea "no ha estado en ningún momento en entredicho", y que el órgano de control, la Dirección General de Aviación Civil, mediante su órgano de inspección y los profesionales pilotos, "la han garantizado en todo momento".

Después de calificar -a través de un comunicado de prensa- la decisión de Iberia de suspender los vuelos como "gravísima e injustificada", ha asegurado que la medida "atenta contra la esencia de la profesión y el respeto a la legislación vigente".

Así, afirma que la dimisión de los pilotos en funciones administrativas de la Dirección de Operaciones de la compañía "no modifica de ninguna manera su estructura y no ha supuesto ningún peligro para la seguridad de los vuelos".

También asegura que la medida adoptada por Xavier de Irala "ha sido un hecho sin precedentes" en la historia de España, y que al Colegio no le consta "dejación alguna de responsabilidades por parte de los pilotos". Además, afirma que los pilotos "siempre garantizan la seguridad de las operaciones merced al estricto cumplimiento de la normativa nacional e internacional promulgada a este respecto".

Asimismo, señala que coincide "con el propio ministro de Fomento y el Gobierno de España en condenar la decisión de Iberia, alabando la rapidez y contundencia en la asunción de sus responsabilidades como garantes de la seguridad y el control de las operaciones aéreas".

Según señalaba ayer el Ministerio de Fomento en un duro comunicado "no existe base formal para la paralización de la flota", e instaba a la compañía a restablecer la normalidad en sus operaciones.