La SEPI y los accionistas españoles de Iberia agudizan sus diferencias
Los árbitros fracasan en su intento de acordar compensaciones
La salida a bolsa de Iberia ha generado tensión antes cotizar y después de cotizar. Los accionistas españoles del núcleo estable compraron en marzo de 2000 de forma global el 30% a razón de 4.500 millones cada 1% del capital de Iberia. Desembolsaron un total de 136.200 millones pero se olvidaron de fijar una cláusula que les ligara su precio definitivo al precio de salida a bolsa como hizo British Airways que con el 10% del capital ha recuperado una buena parte de lo pagado.
Justo un año después (el dia 3 de abril pasado) las acciones de la empresa salían al mercado a un precio muy inferior y que ese 30% valía 54.209 millones. Es decir, que este grupo de accionistas sufría unas minusvalías de 81.991 millones de pesetas por la fuerte caída de los mercados bursátiles y de las expectativas económicas.
Los miembros del núcleo estable español tenía por lo menos en el contrato con la SEPI (dueña del 54% que salió a a Bolsa en abril pasado) una claúsula que permitía devolver sus acciones de Iberia si la compañía aérea no cotizaba antes de 31 de diembre de 2000. Esas empresas no devolvieron las acciones pero en plena oferta pública de acciones, el 13 de marzo pasado, las dos partes, ante notario se comprometieron a que dos 'amigables componedores', como se denominan técnicamente, uno por cada parte, emitieran un informe en el que debían determinar si procedía compensar a los accionistas estables por el retraso en la salida.
Enfrentamiento
Ayer se cumplía el plazo y el desacuerdo ha sido total. Mientras fuentes cercanas al núcleo estable decían que la actitud de la SEPI era la de no asumir nunca este dictamen que encargó de mala gana, fuentes de la SEPI señalaban que su árbitro había determinado que jurídicamente no se debía compensar al núcleo estable español que podían haber soltrado sus acciones antes de salir a bolsa. Recordaron que ahora exigía que se les devolviera 82.000 millones y que querían incluso revisar el precio de la inversión.
El desencuentro de los 'componedores' ha elevado la tensión entre el núcelo estable español de Iberia y la SEPI. Los accionistas de Iberia se sienten 'engañados' y no entienden para qué se comprometen a nombrar árbitros si lo luego no van a asumir sus decisiones. Solamente queda la vía judicial aunque no hay decisión al respecto por ahora.
Los miembros del núcleo duro español tienen previsto reunirse en los próximos días para tomar una decisión. Ayer fuentes cercanas a estos accionistas no quisieron pronunciarse sobre la posibilidad de acudir a los tribunales.
El 'amigable componedor' de la SEPI calificó de 'imposible' acceder a las demandas del núcleo duro que se basaban en la petición de unas compensación de 82.000 millones de pesetas, curiosamente la cifra que coindice con las minusvalías que han sufrido los socios españoles del núcleo duro en el mercado bursátil.
El informe que ha elaborado el representante de la SEPI señala que una vez revisado el expediente 'por derecho es imposible atender la demanda de los inversores institucionales' según informó la sociedad estatal. Para Rojo, 'no se puede atender la petición de estos inversores, ya que sería contrario al ámbito jurídico español, e iría contra el ordenamiento jurídico'.
Fuentes de la SEPI dijeron ayer que los socios institucionales españoles se mostraron 'totalmente de acuerdo' en la sesión del consejo de administración del dia 3 de marzo de 2000 de retrasar la oferta pública de acciones de la empresa hasta el primer semestre del año 2001.
La decisión de los arbitros ha coincidido precisamente con la decisión del consejo de administración de Iberia de suspender todas sus actividades temporalmente, desde la 0 horas de hoy, por la dimisión de 99 pilotos con alta responsabilidad.
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