Aguirre detalla hoy el estado de las cuentas tras desatar Urkullu la alarma

La alarma levantada el viernes por el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, al hablar de situación de "emergencia" en las cuentas del Gobierno y de "quiebra inminente", motivó ayer una doble decisión: la primera del lehendakari, Patxi López, y la segunda, del Grupo Socialista en el Parlamento.

López encargó al consejero de Economía, Carlos Aguirre, que prepare en detalle una explicación del estado de las cuentas para exponerla hoy en una comparecencia junto a la portavoz, Idoia Mendia, tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno. Y la dirección del grupo del PSE registró en el Parlamento una interpelación al lehendakari sobre esta misma materia.

La iniciativa de su grupo, que se adelanta a la oposición, permitirá a López explayarse en la respuesta a Urkullu, sin que este se halle en la Cámara -no es parlamentario- ni su grupo pueda intervenir. Será en el pleno de control del próximo viernes, el primero del actual periodo de sesiones.

López dará explicaciones en la Cámara a petición de su grupo y del PP

[También el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha presentado otra pregunta para que el lehendakari la conteste en el pleno de control en la que inquiere si el Ejecutivo "ha transmitido por algún canal que la comunidad autónoma está ante un riego inminente de quiebra", informa Javier Rivas.

En la justificación de su iniciativa, Basagoiti, recalca que la "grave afirmación" de Urkullu, "que habrá llegado a oídos de agencias de calificación, inversores, proveedores y ciudadanía en general", puede tener consecuencias negativas sobre la economía y las finanzas de Euskadi. Por ello, "se hace imprescindible" aclarar la situación real de las cuentas públicas y enviar un mensaje de tranquilidad y solvencia de las instituciones].

Aunque una nota de Lehendakaritza desmintió desde el primer momento las afirmaciones de Urkullu, López volvió a rebatirlas ayer en Radio Euskadi al negar que el Gobierno carezca de fondos para pagar a sus proveedores en marzo o que esté guardando facturas, tal y como ha seguido asegurando el PNV.

"El Gobierno no tiene ni una sola factura en el cajón", aseguró, al tiempo que resaltó que la Administración general tarda entre 30 y 50 días en sus abonos, mientras otras Administraciones se mueven entre tres meses, y hasta cinco años, obligando con ello a cerrar a empresas.

El lehendakari recordó que la deuda vasca es la menor de España "y su entorno" y desmintió la existencia de problemas de tesorería. López achacó al presidente del PNV la práctica de "una oposición absolutamente irresponsable" que "desgasta al país". Consideró "tremenda" la actuación del responsable del primer partido de la oposición, al traducir en alarma económica y social la insistencia del Gobierno en algo que puso sobre la mesa ya a su llegada a Ajuria Enea: la llamada a la cooperación y al pacto entre todas las instituciones y partidos en la búsqueda de recursos para sostener el gasto y las inversiones, ante la caída de la recaudación de las Haciendas forales

López criticó que la respuesta del PNV a esa apelación a la búsqueda conjunta de salidas haya sido "crear un alarmismo incomprensible e irresponsable". En su afán por desgastar al Ejecutivo, Urkullu no ha dudado siquiera en minar "la credibilidad del país", acusó.

El lehendakari tuvo el apoyo de sus socios del PP, pese a que este partido coincide en las recetas económicas más con el PNV que con López. Ambas formaciones se oponen a una reforma fiscal que sí ha abordado para el resto de España el Gobierno central. Pese a ello, Basagoiti reiteró en Radio Popular sus críticas a Urkullu. Lo que dijo "no es verdad" y "va contra Euskadi, contra sus empresas, contra sus ciudadanos" y puede ser aprovechado por las agencias de calificación contra la deuda vasca.

El líder del PP vasco instó a peneuvistas y socialistas a una unidad de acción a la que él mismo dijo estar dispuesto, ante las dificultades de la crisis.