La derecha apuesta por una mujer para la presidencia de México

La derecha mexicana apuesta por una mujer para conservar la presidencia de la República. La diputada Josefina Vázquez Mota ganó por amplia mayoría -55% de los votos frente al 38% conseguido por Ernesto Cordero, exsecretario de Hacienda- las votaciones internas del Partido Acción Nacional (PAN), en el Gobierno, y será quien dispute las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio a Enrique Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y a Andrés Manuel López Obrador, quien repite al frente de la izquierda (Partido de la Revolución Democrática, PRD).

Es la primera vez en la historia de México que uno de los tres grandes partidos elige a una mujer para la batalla de la presidencia. En el pasado otras tres mujeres fueron candidatas -Rosario Ibarra, en los años ochenta, por el Partido Revolucionario de los Trabajadores; Cecilia Soto, en 1994, por el Partido del Trabajo, y Patricia Mercado por el Partido Alternativa Socialdemócrata, en 2006-, pero ninguna tenía posibilidades de éxito. Ahora sí. Como dice Sergio Aguayo, investigador del Colegio de México, "Josefina Vázquez Mota es una candidata fuerte porque llega montada sobre una de las grandes transformaciones de la vida cultural, social y política mexicana: la emancipación de la mujer".

Disputará el poder a los aspirantes del tradicional PRI y la izquierda del PRD

De vencer en julio, la candidata panista seguiría los pasos de la chilena Michelle Bachelet, y los tres gigantes de América Latina -junto a México, Dilma Rousseff, en Brasil, y Cristina Fernández, en Argentina- estarían gobernados por mujeres.

Tras meses de ir por delante en las encuestas, Vázquez Mota se impuso la noche del domingo sobre el aparato del partido y sobre Cordero, el favorito del presidente Felipe Calderón, lo que le dará autonomía frente a Los Pinos y al tiempo le permitirá jugar la baza del cambio dentro de la continuidad. El PAN lleva 12 años en el poder desde que se acabaron los 70 años de hegemonía del PRI, y Vicente Fox fue elegido presidente en el año 2000.

La flamante candidata a la presidencia (Ciudad de México, 1961), economista, casada y con tres hijas, basó su precampaña en un mensaje de esperanza y cercanía a las familias y clases populares, haciendo valer su perspectiva de mujer ante los asuntos públicos. Quienes la conocen dicen que sabe escuchar y posee un talante prudente y conciliador, facilitador de acuerdos con otras fuerzas políticas. Sus críticos opinan que le falta preparación técnica para hacer frente a los problemas de México, una crítica similar a las que sufrieron Hillary Clinton al principio de las primarias del Partido Demócrata de EE UU en 2008 o la candidata socialista francesa Ségolène Royal. Vázquez Mota fue secretaria (ministra) de Desarrollo Social con Fox y secretaria de Educación con Calderón, la primera mujer en ambos puestos en la historia de la Administración mexicana.

Nada más ser entronizada candidata a la presidencia, Vázquez Mota hizo un llamamiento a la unidad del partido -"a partir de este momento somos un solo equipo"- y definió un solo adversario: "El del autoritarismo, corrupción e impunidad, que representan Peña Nieto y su partido". El reto no es menor pues el PRI mantiene desde hace meses una ventaja destacada para ganar la presidencia, según todos los sondeos. No hizo una sola referencia a la competencia con el PRD.

Para el sociólogo Roger Bartra, la victoria de Vázquez Mota "es el triunfo del alma tradicional del PAN sobre el [sector] liberal que representaba Cordero". "Tiene la ventaja de ser mujer pero considero difícil que atraiga al voto de la izquierda salvo que durante la campaña llegue a representar una amenaza para el PRI y cobre fuerza el temor al regreso del viejo partido. Actualmente en la izquierda domina más el antipanismo que el antipriismo. Veo más fácil que le robe al PRI el voto de las clases medias", advierte.

El PAN es un partido fundado en los años treinta del siglo XX, de simpatías franquistas en sus orígenes y con un fuerte componente integrista católico, que durante décadas luchó por abrir la dictadura perfecta instituida por el PRI a la participación política. La sociedad premió su tenacidad dándole la victoria en las presidenciales del año 2000, cuando se vino abajo el sistema priista. Sin embargo, su gestión en el poder ha decepcionado a muchos ciudadanos convencidos de que si bien hubo alternancia política, el PAN no ha supuesto un verdadero cambio de régimen.