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López y Herrera anteponen garantizar servicios básicos a los temas políticos

Euskadi y Castilla y León eluden Treviño y Garoña en el acuerdo global

El País

Los espinosos temas políticos como Treviño o la central nuclear de Garoña, además de los coletazos de las vacaciones fiscales, habían alejado en exceso a Castilla y León y el País Vasco. Incluso, la irrupción del txakoli con el anuncio de su cultivo a modo de competencia en territorio burgalés agudizó las diferencias. A pesar de este contexto, sus respectivos presidentes autonómicos, Juan Vicente Herrera (PP) y Patxi López (PSE-EE) se han decidido a firmar un primer acuerdo general de colaboración en más de una veintena de materias. El compromiso fue suscrito ayer, en Valladolid, tras permanecer arrinconado durante tres años.

El propósito principal de este acercamiento contempla garantizar los servicios a los ciudadanos, sobre todo en cuestión sanitaria y así evitar contenciosos como el vivido entre el País Vasco y La Rioja, así como en infraestructuras sin olvidar cuestiones como la enseñanza del euskera.

El 'lehendakari' considera "conflicto pasado" las 'vacaciones fiscales'

El encuentro entre ambas delegaciones contó con detalles significativos como la ikurriña, acompañada de la bandera de Castilla y León y de la de España, luciendo a las puertas del Colegio de la Asunción, sede del Gobierno castellanoleonés. El presidente anfitrión admitió que "se abre un tiempo político e institucional de colaboración", y que, además de avanzar en lo que les une, ayudará "a solventar las diferencias" que "mantienen desde antiguo", como se encargó de recordar el lehendakari.

Las dos comunidades han ideado un acuerdo basado en aportar calidad de vida a los ciudadanos de los territorios limítrofes, minimizar los efectos de las fronteras administrativas y poner en común las buenas prácticas administrativas. Herrera puso el acento en la atención sanitaria, las infraestructuras, el medio ambiente y la educación, dentro de las materias impulsadas en el acuerdo, mientras López añadió la promoción económica o la lucha contra la violencia machista.

En cuestión sanitaria, el acuerdo incluye a los vecinos de zonas limítrofes de Castilla y León como son Treviño, Espinosa de los Monteros y el Valle de Mena, que tienen de referencia hospitales de Álava y Bizkaia, mientras que se garantiza la atención a los ciudadanos vascos que tienen una segunda residencia en zonas de Burgos, y que llegan a una cifra de 10.300 atendidos en el 2011.

Otra cuestión espinosa como el euskera también figura entre las materias incluidas en el acuerdo ya que, en opinión de herrera, "el aprendizaje de la cultura y la lengua vasca no son un elemento que enfrente o diferencia, sino que enriquece y permite abrir puertas a un puesto de trabajo". Por ello se mantendrá la enseñanza del euskera en la Escuela de Idiomas de Miranda de Ebro y la difusión de la lengua vasca como actividad extraescolar en los colegios de Treviño, territorio convertido en el histórico sueño alavés.

Los dos presidentes admitieron que las diferencias sobre el condado de Treviño, un debate que se mantiene desde hace tres décadas, no había frenado el acuerdo global. Tampoco el debate sobre la central nuclear de Garoña, donde el País Vasco defiende el cierre previsto y Castilla y León confía en su continuidad más allá del 2013, siempre de acuerdo a lo que dictamine el Consejo de Seguridad Nuclear. Incluso, al hablar de las vacaciones fiscales, López lo relegó a "conflicto pasado" y se comprometió, de hecho, a cumplir con la sentencia europea mientras Castilla y León está pendiente de lo que pueda dictaminar el Constitucional ante el recurso presentado por el blindaje.

Juan Vicente Herrera, a la izquierda, escucha la intervención de Patxi López, ayer en Valladolid.
Juan Vicente Herrera, a la izquierda, escucha la intervención de Patxi López, ayer en Valladolid.RICARDO SUÁREZ (EFE)

El 'txakoli' se agua

La polémica sobre la elaboración de txakoli de Burgos se diluye durante un tiempo. Al menos, se parará hasta dentro de tres años, que es el tiempo que los productores estiman que se tardará en conseguir una cota de calidad suficiente para solicitar la Indicación Geográfica Protegida (IGP).

Así lo admtió ayer uno de los promotores y propietario de la bodega Término de Miranda, Koldo Madariaga, quien recordó, según Efe, que la próxima primavera se plantarán 10 hectáreas de viñedo para txakoli en Miranda de Ebro, mientras continúan los trabajos para mejorar la calidad. Tras asegurar que lo importante es alcanzar una buena calidad, porque no hay mínimos de cantidad, Madariaga añadió que su aspiración es conseguir en los próximos años una producción de entre 100.000 y 150.000 botellas.

Para Madariaga, es "lógico" que el tema no se tratara ayer entre los presidentes autonómicos del País Vasco y Castilla y León porque llevar este tema al ámbito político sería un "mal precedente", aunque admite que dentro de tres años volverá la polémica con los productores vascos. La decisión final corresponderá a la Junta de Castilla y León.

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