Cambios demográficos

He leído en EL PAÍS que, tras 50 años de aumento, la esperanza de vida al nacimiento de los españoles ha caído, ligeramente, pero ha caído, en 2011. Es bien sabido que ese dato de calidad de vida de una sociedad depende de bastantes parámetros, entre otros, del grado de riqueza, de la alimentación, de los recursos higiénicos y, aunque mucho menos, de la calidad de los servicios sanitarios.

Estimo que donde ha habido cambios importantes ha sido en la riqueza, lo que presumiblemente conlleva cambios en la alimentación y los hábitos higiénicos y en la calidad de los servicios sanitarios. Con motivo de la tan cacareada crisis, se ha producido una serie de recortes que han empobrecido a los ciudadanos, y además la Sanidad, en especial en las autonomías en las que gobierna el Partido Popular, que ya eran mayoría antes de mayo de 2011, ha sufrido un especial recorte por la obsesión privatizadora de nuestros políticos neoliberales y, en consecuencia, su calidad ha disminuido.

Mucho me temo que la obsesión del nuevo Gobierno por disminuir los déficits y las deudas, sin tocar a quienes causaron y, en cierto modo, mantienen la crisis, sino a base de exprimir aún más a los ciudadanos de a pie, va a hacer que todos nuestros indicadores de calidad de vida y, en concreto, la esperanza de vida al nacer vayan a empeorar aún más. Hay un dato que me preocupa especialmente y no comenta EL PAÍS: la mortalidad infantil, pues su aumento es uno de los datos más funestos para una sociedad.