"Si no me dejan crear, me iré"
José Carlos Martínez (Cartagena, 1969) estrenó anoche su trabajo al frente de la Compañía Nacional de Danza (CND) tras la marcha de Nacho Duato. Aseguraba no estar muy nervioso, pero sí expectante, ante los nuevos cambios políticos y ante la magnitud de los futuros recortes en los presupuestos. Para preparar este programa que ha titulado Work in progress ha tenido tan solo cuatro meses de frenético trabajo. Se podrá ver en el Teatro de la Zarzuela hasta el 22 de enero.
Pregunta. El título Work in progress (En construcción) puede sonar a algo un poco negativo.
Respuesta. Para mí, no. Queremos atraer a la gente que no ha venido a ver danza nunca. Enseñarles de lo que ha sido capaz la compañía desde el principio y darles la posibilidad de que formen parte de lo que la CND va a ser en el futuro.
"Los bailarines tienen unos salarios muy importantes y no se pueden tocar"
"O Duato nos deja sus coreografías o no podremos viajar al extranjero"
P. ¿Qué tiene preparado para involucrar al público?
R. Tenemos organizadas cosas. Por ejemplo, en el segundo descanso de este espectáculo tendremos un fotógrafo que propondrá a la gente que quiera posar con la misma indumentaria que llevan los bailarines en esta campaña de publicidad. La próxima, los espectadores serán los protagonistas.
P. Nacho Duato luchaba como loco para que la CDN tuviera sede. ¿Va a insistir en ello?
R. Voy a insistir, pero soy muy consciente de que llego en un momento muy complicado para España económicamente. Tengo claro que la crisis impide que lo tengamos en un plazo corto o medio. Además, parto de la base de que si Nacho no lo ha conseguido en 20 años, eso va a ser algo difícil. Sé que, de entrada, hay que buscar otro plan: tener cierta estabilidad. Por lo que hay que luchar es por tener temporadas realmente estables.
P. Ya que habla de crisis, ¿cuánto se va a recortar el presupuesto de la CND?
R. Por ahora no sabemos cifras. Lo sabremos en marzo, cuando se aprueben los presupuestos. Seguimos trabajando de una forma virtual como si todo fuera bien, pero teniendo en cuenta que vamos a tener bastante menos dinero que la temporada pasada. Tengo algo claro en la cabeza: a veces, con ideas se consiguen hacer cosas muy complejas sin que tengan un coste muy alto. Ahora tendremos que funcionar así. Lo que tengo claro es que los bailarines no tienen unos salarios muy importantes y no se deben tocar. Si nos quitan mucho dinero, tendrá como consecuencia que podamos hacer menos producciones. Y al no tener las piezas de Nacho, no tenemos repertorio, de tal forma que solo podremos bailar lo que hagamos nuevo. Por eso, ahora he hecho cuatro piezas diferentes y con Kylian haré otras tres para poder ir montando programas distintos si llega el momento en el que no podamos crear nada nuevo. Lo que no puede ser es que se nos destine un dinero que hemos de emplear para hacer obras en la sede para tener, por ejemplo, un gimnasio más grande que igual no hace mucha falta y no tener dinero para montar un espectáculo nuevo. Si no me dejan crear, me iré.
P. ¿Cuál es la consecuencia directa de que Nacho Duato haya prohibido bailar sus coreografías a la CND?
R. Genera que no podamos ir al extranjero por ahora porque no tenemos un repertorio apetecible. Falta el tiempo necesario para poder crear ese repertorio, y al tener menos dinero, iremos más lentos estrenando repertorio. Eso hace que la vida en la compañía sea mucho más difícil. Eso está claro.
P. ¿Cree que eso cambiará en un futuro próximo?
R. Apostaron por Nacho durante muchos años y luego cambiaron de caballo. Si Nacho hubiera dejado que siguiéramos representando sus piezas, el Ministerio se habría cargado al director, pero no el repertorio que había. El Ministerio nunca le dijo a Nacho que no quería representar sus piezas. Hubo un problema entre las dos partes, pero Nacho ya ha dicho que ahora que las cosas han cambiado, tendremos que negociar... Así que la situación puede ser que cambie, puede que volvamos a representar las piezas de Nacho. Creo que ha sufrido tanto con esta separación de la CND que ir demasiado rápido para intentar arreglarlo no puede ser más que negativo. Es mejor esperar y dejar la puerta abierta, y cuando Nacho quiera, se podrá hacer. Tenemos todos los vestuarios, las escenografías y, sobre todo, todos los bailarines. Así que puede venir y trabajar, cuando quiera, con todos los ingredientes con los que ha estado trabajando.
Babelia
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