Bruselas abre expediente a Hungría
La UE da un mes a Budapest para rectificar y respetar el derecho comunitario
La Comisión Europea ha arrojado una luz nada favorecedora sobre Hungría y el Gobierno del primer ministro conservador Viktor Orbán al abrir un expediente "para que las autoridades húngaras hagan los cambios necesarios para garantizar el respecto al derecho comunitario" en su Constitución y en las leyes que la desarrollan. En juego están, según el presidente de la Comisión, la independencia del Banco Central y la de la autoridad responsable de la protección de datos. Bruselas también duda de la legalidad del adelantamiento de la edad de jubilación de los jueces y reclama información sobre la independencia judicial. Orbán tiene un mes para rectificar. En caso contrario, entrará en un camino que lleva al país al banquillo del Tribunal de Justicia de la UE. El Parlamento Europeo amenaza con más, con la aplicación sin precedentes del artículo 7 del Tratado de Lisboa, que en última instancia priva de voto en los consejos de la Unión a los Gobiernos indeseables.
La Eurocámara ha pedido las medidas más duras contra el Ejecutivo magiar
El primer ministro húngaro explica hoy su postura ante los eurodiputados
La Comisión ha estado tiempo dándole vueltas a la evolución de la situación en Hungría, donde el rodillo de Orbán, con su aplastante mayoría parlamentaria de dos tercios, ha impuesto una Constitución y legislación secundaria a medida de sus convicciones conservadoras. Ayer llegó la decisión, adoptada, según José Manuel Durão Barroso, presidente del Ejecutivo comunitario, a partir de una sólida base legal. La Comisión quería evitar a toda costa que la drástica medida de dejar en flagrante evidencia a un Estado tuviera puntos débiles.
Un sombrío Barroso anunció en Estrasburgo "la apertura de un procedimiento de infracción sobre tres cuestiones: la independencia del Banco Central; la edad de jubilación de los jueces y la independencia de la autoridad de protección de datos. Al tiempo, hemos enviado a las autoridades húngaras una solicitud de información sobre la cuestión de la independencia de los jueces".
"Confiamos en que las autoridades húngaras hagan los cambios necesarios para garantizar el respeto al derecho comunitario. No ha sido el caso hasta ahora", se lamentó el presidente de la Comisión, quien enfatizó que las decisiones tomadas "reflejan nuestra determinación de garantizar que el derecho comunitario, tanto en su letra como en su espíritu, es respetado y que existe un entorno legal estable en todos nuestros Estados miembros".
"Hungría es un miembro clave de la familia europea. No queremos que persista ninguna sombra sobre el país y su respeto a los principios democráticos y valores. Cuanto antes se resuelva esto, mejor", agregó Barroso. Al proceso se le ha dado carácter de urgencia, lo que concede a Orbán solo un mes para rectificar.
"Hungría está dispuesta a satisfacer todas las cuestiones planteadas en un diálogo técnico con la Comisión", declaró en Estrasburgo Zoltán Kovács, ministro portavoz del Gobierno magiar. El propio primer ministro tendrá hoy ocasión de dar detalles en el pleno de la Eurocámara. El socialista alemán Martin Shultz, nuevo presidente del Parlamento, considera "bastante valiente" que Orbán acceda a pasar por esa horca caudina.
De la Eurocámara han procedido las mayores críticas a Orbán y desde allí se han reclamado las medidas más duras contra Hungría. El ex primer ministro belga Guy Verhofstad, líder de los liberales, ha sido punta de lanza de los encrespados y ayer estaba indignado con la blandura de la Comisión, a la que acusó de "falta de visión global". Ante tales circunstancias no se puede poner en juego el modesto procedimiento de infracción, dice, sino que hay que recurrir al arma política absoluta, al artículo 7 y su privación de derecho de voto, concebido para responder a quienes violan el artículo 2 de Lisboa, el del "respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de derecho y los derechos humanos".
Es ir demasiado lejos, replican los Gobiernos, cuya opinión es crucial para aplicar ese artículo demoledor. "Hay Parlamentos que reclaman sanciones antes de examinar el caso", comentó el ministro belga de Exteriores, Didier Reynders. "Los países del Benelux vamos a pedir a la Comisión que nos presente un informe sobre la situación en Hungría. A partir de ahí, Hungría deberá reaccionar y corregir su legislación. Habrá conversaciones y si no cumple... Los criterios de Copenhague son tan importantes como los de Maastricht". Si Maastricht exige parámetros económicos y financieros cuya violación es severamente sancionada, Copenhague impone parámetros políticos que se deben cumplir antes de ser miembro del club comunitario y que, dentro, se defienden con medidas como el artículo 7.
La comparecencia del muy peleón Orbán en la Eurocámara será sonada. El martes próximo dará explicaciones a Barroso en Bruselas sobre lo que va a hacer para congraciarse con la UE.
Leyes polémicas
- Banco Central. El Gobierno ha aumentado el número de vicegobernadores y de consejeros del banco, que serán nombrados por el Parlamento, con lo que queda en entredicho la independencia del organismo que fija la política monetaria en contra de lo previsto en el Tratado de la Unión.
- Sistema electoral. Se reducen las circunscripciones de modo que beneficia a Fidesz, el partido del Gobierno, que con este sistema, informa Efe, hubiera ganado las elecciones de 2002 y 2006.
- Libertad de prensa. Dos periodistas de medios públicos han sido despedidos tras hacer una huelga de hambre para denunciar el control sobre la información. Se ha eliminado la licencia de la emisora opositora Klubradio.
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