"El fin de ETA permite dar una nueva orientación a la Delegación"
Carlos Urquijo llega por segunda vez a la Delegación del Gobierno -la anterior la abortó la derrota del PP en las elecciones de 2004-, con la intención de imprimirle "una nueva orientación", facilitada por el fin del terrorismo. Sabe ya quiénes serán los subdelegados, pero no los nombrará antes del final de la semana entrante. Bajo su mando, un colectivo de 390 funcionarios y un número de cargos y asesores que no supo precisar.
Pregunta. ¿Qué percepción tiene de esta segunda vez?
Respuesta. Tengo un horizonte temporal despejado que no tuve en 2004, porque había elecciones, y trataré de abrir una nueva etapa. Esta Delegación ha ido unida sobre todo al trabajo en la lucha contra ETA; ahora que ese trabajo de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de la Ertzaintza ha llevado a la banda a cesar su actividad, podremos poner en valor otros servicios que prestamos, pero que la gente no identifica con la administración general del Estado. Muchos piensan que todo lo hace el Gobierno vasco.
"No es momento de reducir los efectivos de las FSE, no se ha disuelto ETA"
"Si López no agota la legislatura, no será por falta de apoyo del PP"
"Si no estuviera la administración del Estado, el bienestar de Euskadi bajaría"
"El PNV sabe que puede hacer muchos acuerdos con el PP"
P. ¿Cuáles son esos servicios que quiere dar a conocer?
R. A lo mejor hay gente que piensa que el desempleo o la pensión se la paga el Gobierno vasco. El TAV, hay quien que cree que lo hace el Gobierno vasco, o la Diputación. Me parece oportuno que, ya que se hace el esfuerzo económico, se transmita transmitir a quienes piensan que el Estado aquí no pinta mucho, incluso a los que creen que sobra, que, si no estuviera, el bienestar de esta comunidad descendería de manera importante.
P. ¿Tiene un plan preciso?
R. Tengo un documento, que he titulado Una nueva orientación donde he trazado las cosas que me interesa mejorar. En él abordo desde las prestaciones a las infraestructuras, la inmigración ilegal, la alta inspección en Educación, el trabajo de la Abogacía del Estado, la creación de un gabinete de estudios económicos, o la relación con las víctimas del terrorismo. Hay muchos apartados que se pueden potenciar y este es el momento de marcar una distancia con lo que ha sido hasta ahora.
P. ¿Se justifica su figura en estos tiempos de crisis?
R. Plenamente. La dirección política de la administración periférica no puede hacerse desde Madrid, con toda la pléyade de funcionarios, órganos autónomos, sociedades públicas... Hace falta quien coordine eso y también con la administración autonómica correspondiente.
P. ¿Están igualmente justificadas las subdelegaciones?
R. No sé decir si hay competencias que podrían ser asumidas por la delegación.
P. ¿Viene con alguna idea de reestructuración? ¿Ve algo de lo que pueda prescindir?
R. Esa decisión es del Gobierno, no me corresponde esa reflexión. Sé que hay muchas vacantes sin cubrir y seguiremos así. Eso es un ahorro importante, pero no sé si hay, por ejemplo, áreas o direcciones que se puedan agrupar.
P. ¿Se van a reducir los efectivos de las FSE?
R. Entiendo que no. No se ha producido el anuncio de disolución de la banda ni la entrega de las armas y hasta entonces hay que estar, no solo vigilantes, sino manteniendo la presión para que eso llegue. No vamos a adelantar acontecimientos. Cuando se presente la situación, veremos. Este no es el momento de abordar ninguna reducción.
P. ¿ Qué va pasar con el TAV?
R. Imagino que la ministra estaría prudente con Arriola, porque en marzo se van a hacer los presupuestos y estarán viendo dónde ponen y de dónde quitan. El interés de que avance existe, otra cosa es si el ritmo va a ser el de hasta ahora o se ralentizará. Probablemente no lo sepa aún ni la ministra. Yo empujaré todo lo que pueda.
P. Pero, ante un recorte, a quién se deberá, a un Gobierno que querrá ahorrar, o a una comunidad que quiere el tren?
R. Está claro que al Gobierno de España, pero velaré por los intereses de mi comunidad.
P. ¿Valora especialmente que Basagoiti le eligiera, pese a haber sido seguidor de San Gil?
R. También se podría decir que soy de Jaime Mayor o de Carlos Iturgaitz. Soy un hombre de partido y con cada presidente he trabajado con la misma lealtad, lo mismo que ahora con Antonio, y es evidente que le estoy muy agradecido por confiar en mí. Llevo 29 años afiliado, siempre trabajando a las órdenes de quien haya estado, con la misma intensidad e ilusión, y siguiendo la doctrina oficial del partido en cada momento. Todos me han dado juego en los temas que yo creía que podía aportar.
P. ¿Hay mensaje de Basagoiti en su nombramiento?
R. Si quiere le pregunta a él, pero yo no lo creo, como no lo hay en que Rajoy haya elegido portavoz a Alfonso Alonso o en que los temas de Interior los vaya a llevar Nerea Llanos. Será porque se consideran las personas idóneas, no por cuestión de equilibrios ni compensaciones.
P. Tiene el Gobierno López vida hasta marzo de 2013?
R. Tendrá la que el lehendakari quiera. Él es quien tiene que disolver el parlamento cuando considere oportuno. El presidente del PP ya ha dicho que tiene el apoyo para agotar, porque creemos que es bueno. Pero no podemos entrar en su ámbito de decisión. Él sabrá qué quiere hacer, pero, si disuelve antes, no será por falta de apoyo del PP.
P. ¿Le van a aprobar otros presupuestos?
R. El PP ha dicho que tiene el apoyo para agotar.
P. Se abre una fisura entre los gobiernos, y entre PSE y PP, por el discurso sobre los presos?
R. Puede haber matices y discrepancias, pero no afectan a lo sustancial del pacto de 2009. Aunque nosotros creemos que el foco hay que ponerlo en la disolución de ETA, la petición de perdón y la colaboración para esclarecer 300 asesinatos. En esas circunstancias probablemente la política penitenciaria fuera otra.
P. ¿Ha cumplido ya su papel ya alianza PSE-PP?
R. Cuatro años no bastan para dar un cambio a este país, tras treinta de nacionalismo y todas las inercias creadas en ese tiempo. Yo vería buenos otro mandato de gobierno no nacionalista.
P. El entendimiento PNV-PP parece abrir otra etapa.
R. Se olvida que el PNV ya apoyó la investidura de Aznar en 1996. Luego vino el cortocircuito del pacto de Estella, pero ahora el PNV se modera (aunque se radicalizará para las elecciones), sabe que puede acordar muchas cosas con el PP y quiere tener un papel en el fin de ETA. Eso coincide con que el talante de Rajoy, aún con mayoría absoluta, no es de soberbia o prepotencia, quiere entenderse con todo el mundo y conoce la importancia de los nacionalismos en el País Vasco, Cataluña y Galicia. Es lógico que se retomen relaciones y acuerdos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.