Herido grave un policía que auxilió a una maltratada en Alcorcón
Un policía nacional de 34 años fue golpeado el 23 de diciembre en el hall de un hotel de Alcorcón por un hombre que supuestamente había agredido momentos antes a su pareja. El agente se encontraba fuera de servicio cuando intentó mediar en la disputa y a la hora de avisar por teléfono a sus compañeros desde la recepción recibió un puñetazo en el ojo y fue pateado en el suelo. El policía, adscrito a una comisaría de Valencia, tuvo que ser atendido de heridas graves y hoy se encuentra de baja médica, a la espera de ser operado por una fractura en el hueso orbital. El agresor, Pedro G., de 32 años y residente en Ibiza, fue detenido dos días después y pasó a disposición judicial acusado de atentado contra la autoridad.
El policía pasaba unos días de vacaciones hospedado en el hotel Ibis de Alcorcón cuando se vio involucrado en este asunto. Era al mediodía. "Leía el periódico en el sofá del hall de la entrada cuando escuché que el ascensor llegaba a la planta baja. Era una pareja. Ella lloraba y pedía que le dejase tranquila, que no se quería ir con él. Estaba demacrada. El subdirector del hotel y yo nos acercamos a ver qué pasaba", cuenta el agente. A continuación, se identificó como policía y dijo al hombre que se esperase hasta que llegasen sus compañeros y se aclarara la situación. La mujer pedía que por favor llamasen a su hermano para que fuese a buscarla.
"Puñetazo brutal"
Pedro, según el relato del agente, no hizo caso y se fue directo al coche llevándose a rastras a la mujer. El agente fue a recepción a llamar por teléfono al 091, pero no se dio cuenta de que el hombre llegaba por su espalda. "Recibí un puñetazo brutal en el ojo y eso me dejó descolocado. Después me dio muchas patadas mientras estaba en el suelo", recuerda en conversación con EL PAÍS. Tras esto, el presunto maltratador huyó en el coche con la mujer a bordo. Las cámaras del hotel recogieron toda la escena.
La Unión Federal de Policía dio a conocer ayer la historia, que compara con el caso Neira, un profesor universitario que recibió una brutal paliza de parte de un hombre al que había recriminado, también en un hotel, que agrediese a su novia. El sindicato ha querido ensalzar la labor del policía: "Cumplió con su labor como un ciudadano ejemplar, sin esconderse y actuando, aun cuando estaba de vacaciones".
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