Chacón irrumpe en la lucha abierta por el poder para liderar el PSOE
La exministra cierra su candidatura en plena pugna de documentos sobre las mismas ideas y con acusaciones de quién luchó más contra la corrupción
La exministra de Defensa Carme Chacón irrumpirá hoy en la sede de UGT de Valencia en plena batalla por la secretaría general del PSOE contra el candidato ya oficial, Alfredo Pérez Rubalcaba. Una batalla que se formalizará, sin embargo, en otro acto, todavía por cerrar, para mañana o pasado, que será la presentación oficial de Chacón. Esta pugna de nombres y de poder se ha revestido en los últimos días con una auténtica tromba de documentos y artículos de dirigentes socialistas partidarios de los dos sectores por ahora en liza. Sin grandes aportaciones. Con ideas perfectamente intercambiables.
Una batalla en la que subyace sobre todo la lucha por el poder sobre un debate político de perfiles poco nítidos entre los contendientes y sus plataformas de apoyo, como ayer admitió el propio José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía y secretario general de los socialistas andaluces, la federación más importante de cara al próximo congreso, porque representa al 25% del PSOE.
Griñán, que se sitúa en una "neutralidad activa", pidió ayer a los candidatos que hablen "mucho más de política y menos de poder". Una muestra más de ello es que el debate de ayer entre las dos plataformas se centró en si el Gobierno socialista había combatido suficientemente o no, durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, la corrupción y el fraude fiscal en España. Una semana antes, el debate se centró, también, en una valoración de la labor general del Gabinete de Zapatero, del que formaron parte los dos presumibles contendientes, Rubalcaba y Chacón. Mientras los seguidores de Rubalcaba lo reivindicaban, los de Chacón parecían marcar distancias.
Ayer fue un texto de Cristina Narbona, alineada ahora con Chacón en la plataforma Mucho PSOE por hacer y hasta hace dos meses responsable de programa de Rubalcaba, el que abrió el fuego al señalar que "[desde el Gobierno de la nación y desde el resto de las administraciones] no hemos combatido suficientemente el fraude fiscal y la corrupción". Aunque el texto de Narbona también abordaba la renovación interna del PSOE, el debate se centró en su visión crítica de la acción del Gobierno socialista al señalar que "como mínimo, ha tolerado el enriquecimiento y el sobreendeudamiento asociado a la burbuja inmobiliaria sin que se nos identifique nítidamente con otro modelo económico más sostenible y más equitativo".
Rubalcaba replicó a Narbona, desde la Cadena Ser, que como ministro del Interior fue "durísimo" con la corrupción, con casos de actualidad que le costaron disgustos políticos, y recordó que creó unidades específicas para combatir la especulación urbanística. Unas horas después, María González, portavoz del grupo de Rubalcaba, expresaba su "contundente desacuerdo" con Narbona porque "genera dudas" y "se corre el riesgo de parecer todos iguales cuando no lo somos porque el PSOE sí ha combatido la corrupción y el PP no".
Luego, Narbona trató de quitar hierro a la polémica al aclarar que no quiso censurar a Rubalcaba y poner el objetivo en cómo no abordó este problema Rajoy en su debate de investidura. Y hasta admitió que el programa que defendió Rubalcaba el 9 de julio reclamó más esfuerzo en esa lucha.
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