Los hábitos de nuevo rico del PSG, que ficha a Ancelotti

Carlo Ancelotti, de 52 años, es un entrenador acostumbrado a trabajar en grandes clubes, bajo la égida de dueños amantes de tirar de cartera.

En junio de 2009, cuando decidió que le agobiaba seguir en el Milan de Berlusconi, donde había ganado dos Champions como entrenador, y se fue a Londres a tratar de estar a la altura de los sueños de Abramovich en el Chelsea, a Ancelotti le sucedió en el banquillo de San Siro Leonardo, un veterano centrocampista brasileño inexperto como técnico. El mismo Leonardo que, desde su cargo de secretario técnico del París Saint Germain, le presentó ayer como nuevo entrenador del equipo de la capital francesa para las próximas dos temporadas y media. Ancelotti, en el paro desde que dejó al Chelsea en junio, sustituye a Antoine Kombouaré, despedido tras la eliminación en la Liga Europa del PSG, de todas maneras líder de la Liga francesa. El sueldo de Ancelotti -seis millones de euros anuales: el mejor pagado en Francia, por supuesto- será poca cosa dentro de los 150 millones de euros que los dueños del club, los árabes el Qatar Sports Investment, piensan gastar esta su primera temporada en su intento de convertir al PSG en uno de los grandes de Europa.

Si el gran fichaje del verano fue el futbolista argentino Pastore (42 millones de euros al Palermo), el arquitecto del juego del equipo, el de invierno debería ser David Beckham, el inglés de 37 años, cuya contratación aún no ha sido confirmada oficialmente, quien más que juego puede ofrecer a un club sin pedigrí apenas fuera de Francia (solo la Recopa del 96 en sus vitrinas), el glamour que a veces es un excelente sustituto de los títulos.