Diferentes consecuencias

Mucha gente opina que el problema de la crisis que estamos padeciendo obedece a que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. No es cierto como causa de la crisis, ya que el origen de esta habría que buscarlo en un sistema económico que ha incentivado el consumismo salvaje, en la avaricia sin límite de un mundo financiero que ha intentado conseguir mayores ganancias con ello y en la gestión tan irresponsable como corrupta de los dirigentes económicos y políticos. Pero es totalmente correcto en las consecuencias que hay que pagar por no haber sido más sensatos y responsables.

Es cierto que casi todo el mundo se ha endeudado al gastar o invertir por encima de sus posibilidades; particulares, empresas, bancos e instituciones oficiales. Sin embargo, las penalizaciones por los errores cometidos no son para todos igual. Mientras el particular que no ha podido hacer frente a su hipoteca está pagando las consecuencias de su error de una forma cruel y despiadada, las irresponsabilidades de los bancos se compensan a base de todo tipo de ayudas oficiales. Mientras las pequeñas empresas que corrieron un riesgo excesivo han tenido que cerrar, los dirigentes de las grandes empresas que hicieron lo mismo se han quedado libres de deudas a costa de hundir a sus proveedores por medio de suspensiones de pagos. Mientras a pequeños inversores les desaparecían sus ahorros con la caída de las Bolsas, las pérdidas originadas a grandes fortunas por la quiebra Madoff eran repuestas por los propios bancos.

Mientras todas las instituciones públicas están endeudadas sin que aparezca ningún culpable de su irresponsable gestión, somos todos los ciudadanos los que tenemos que hacernos cargo de pagar las consecuencias.