El PP se distancia en Bizkaia del impuesto que apoya en Álava

Euskadi ya no puede dar marcha atrás en el camino iniciado hacia la desarmonización de los impuestos. Las Juntas Generales de Álava aprobaron el pasado jueves unas normas diferentes a las que ayer respaldaron las de Gipuzkoa y estas son también distintas de las que también ayer dejó listas la Comisión de Economía y Hacienda de las Juntas de Bizkaia, que serán definitivamente aprobadas la próxima semana.

El PP, que gobierna en Álava y que aprobó allí la restauración del Impuesto de Patrimonio con el apoyo del PNV, le negó ayer sus votos al PNV en Bizkaia con el argumento de que recuperar ese impuesto supone "un despropósito y puede resultar perjudicial para Bizkaia" al azuzar el riesgo de "fuga de contribuyentes", en palabrasd e su portavoz foral, Esther Martínez. El PP enarboló en las Juntas vizcaínas el fantasma de la deslocalización de contribuyentes que no citó en Álava, pero pese a todo no se opuso, y se abstuvo, como también hicieron Bildu y el PSE.

Esther Martínez: "Es un despropósito perjudicial para Bizkaia"

El diputado vizcaíno de Hacienda, José María Iruarrizaga, detalló que el recuperado Impuesto de Patrimonio afectará a unas 3.000 contribuyentes y permitirá recaudar 40 millones de euros este año y otros tantos en 2012. El dictamen aprobado establece un impuesto con un mínimo exento de 800.000 euros, con la exención para la vivienda habitual de 400.00 euros y con la obligación de declarar cuando la cuota sea positiva o el valor de los bienes supere los dos millones.

Estas cifras son mayores a las contempladas en el impuesto derogado en 2008, que establecía un mínimo exento de 204.000 euros, fijaba la exención para la vivienda habitual en 200.000 euros y señalaba la obligación de declarar cuando la cuota fuera positiva o el valor de los bienes superara los 705.000 euros.

Los baremos aprobados en Bizkaia son los mismos que los de Álava, aunque difieren de los que regirán en Gipuzkoa, territorio en el que el mínimo personal exento asciende a 700.000 euros y a 300.000 para la vivienda habitual.

La aprobación del nuevo modelo impositivo fue un trámite en Gipuzkoa. El debate celebrado en las Juntas Generales fue mucho más elegante que el vivido unos momentos antes para aprobar las cuentas forales. El acuerdo entre Bildu y los socialistas hizo posible la aprobación de las modificaciones en el IRPF y el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y para recuperar el de Patrimonio. Los cambios se harán efectivos desde el próximo 1 de enero. De esta manera, el diputado general, Martin Garitano, que cumplía seis meses en el cargo, logró ayer pactar los ingresos con el PSE y los gastos con el PNV.

En síntesis, Gipuzkoa establece tres nuevos tramos en la escala más alta: el 46% para rentas a partir de 90.000 euros, el 47% desde 120.000 euros y el 49% a partir de 175.000 euros. Reduce a 5.000 euros la deducción por planes de pensiones (EPSV) y crea un nuevo tipo del 23% para el ahorro a partir de 4.000 euros. La deducción por compra de vivienda habitual pasa del 18% al 15%. En Patrimonio, sitúa el mínimo exento personal en 700.000 euros, mientras que para la vivienda habitual será de 300.000 euros.

La reforma fiscal contó con respaldo de Aralar y el rechazo del PP. El PNV, por su parte, votó en contra del dictamen referido al IRPF y otras medidas tributarias, mientras que se abstuvo en el de Patrimonio.

Garitano comentó que su Ejecutivo pretende profundizar en la misma a lo largo de los próximos meses para introducir más modificaciones, sobre todo en el Impuesto de Sociedades, y destacó la filosofía emprendida en Gipuzkoa para que "pague más el que más tiene".