La oposición no logra frenar las restricciones sanitarias a inmigrantes

El debate se suponía económico y los portavoces que intervinieron eran especialistas en la materia, pero toda la atención recayó en los recortes sanitarios. En concreto, en los que figuran en el artículo 30 de la ley de medidas fiscales y financieras, aprobada ayer con los votos del PP y el rechazo de la oposición, que reclamó al grupo mayoritario que retirase la exigencia de un plazo de seis meses de empadronamiento en Galicia para garantizar la asistencia sanitaria. Se opuso el PP, que consideró esa disposición una medida de lucha contra el turismo sanitario.

Para escenificar el rechazo de los populares, el PSOE reclamó la votación por separado de la enmienda que pide la eliminación del período de 183 días de empadronamiento. No es la única medida de la denominada ley de acompañamiento de los Presupuestos en la que la oposición vio un "ataque al Estado del bienestar", particularmente a la asistencia sanitaria. La nueva norma, que entrará en vigor el 1 de enero, establece el cobro de 10 euros por la renovación de la tarjeta sanitaria, la reducción de los servicios farmacéuticos en las zonas rurales o la eliminación de la obligatoriedad de contar con dispensación de medicamentos en los hospitales de menos de 100 camas.

Partidarios de la sanidad pública exhiben pancartas y protestan en la calle

Pedro Puy afirma aceptar el plan de empleo del PSOE y Abel Losada lo niega

Todas estas disposiciones figurarán finalmente en la ley, después de que el PP votara en contra de las 31 enmiendas del PSdeG y de las 14 del BNG que ya había rechazado en comisión, la mayoría relacionadas con lo que la socialista María José Caride y el nacionalista Carlos Aymerich consideraron "un ataque directo a la sanidad gallega". Tanto fue así que la tribuna del Parlamento la ocuparon unos 50 miembros de la plataforma SOS Sanidade Pública, que exhibieron pancartas contra la "privatización de la sanidad" después de la votación. A continuación, unas 200 personas cortaron la calle delante del Parlamento durante unos minutos y corearon consignas, acompañados de diputados de la oposición.

Al portavoz del PP le extrañó que se insistiera en las medidas de tipo sanitario. "Yo no debo de ser el portavoz adecuado, porque la oposición lo ha convertido en un debate sobre la sanidad", inició su intervención el popular Alberto Sueiro, que aseguró que la ley de acompañamiento pretende únicamente "mejorar el funcionamiento de la Administración". Sueiro discrepó con la oposición respecto al alcance de la exigencia de empadronamiento de seis meses para acceder a la atención sanitaria, que aseguró que afecta únicamente a los extranjeros que se empadronan en Galicia, afirmó, con la intención de beneficiarse de su sistema sanitario. La oposición lo negó, en línea con el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Zapatero, que recientemente instó a los inmigrantes a recurrir las restricciones y alertó de que también afecta a españoles procedentes de otras comunidades autónomas.

Otra enmienda socialista votada por separado es la que pedía la retirada de las medidas relacionadas con la ordenación del territorio, que Caride y Aymerich consideraron una mera "desprotección". Para Sueiro, la eliminación de la evaluación ambiental estratégica en proyectos de incidencia municipal o del procedimiento de efectos ambientales solo pretende evitar "duplicidades".

El debate y aprobación de la ley de acompañamiento se produjo a continuación de que el pleno impulsase definitivamente los Presupuestos de 2012, con la inclusión de siete enmiendas del PSOE con las que el portavoz del PP, Pedro Puy, afirmó que se da "una respuesta positiva" al plan de empleo propuesto por los socialistas. No lo interpretó así el portavoz del PSdeG, Abel Losada, que reprochó al PP que apruebe las cuentas "sin contar prácticamente con propuestas de la oposición". Tanto Losada como Aymerich acusaron al grupo mayoritario de presentar unas cuentas que crearán "más desigualdad".