Sin asomo de arrepentimiento
Fue ministro de Medio Ambiente en la segunda legislatura de José María Aznar y dos veces presidente de Baleares por el PP (1996-1999 y 2003-2007). Pero, desde que dejó el poder, Jaume Matas (Palma, 1956) intenta defenderse de las múltiples acusaciones por supuesta corrupción que pesan sobre él en el caso Palma Arena. El próximo enero será juzgado en la primera causa, donde afronta una petición de cinco años y medio de cárcel. Y su ostentoso palacete de Palma será subastado por deudas con el banco, ya que Matas lo hipotecó por tres millones para depositar en 2010 una fianza y eludir así la cárcel.
"Era positivo" y "volvería a hacerlo". Es lo que dijo el expresidente balear al juez sobre los dos convenios por 2,3 millones de euros que su Gobierno firmó con el Instituto Nóos de Iñaki Urdangarin para organizar los foros de debate Illes Balears. Afirma que recibió "por cortesía" al duque, y añade: "¡Cómo iba a decirle que se presentara a un concurso público! Era ni más ni menos que el duque de Palma, con un instituto sin ánimo de lucro". Matas asume solamente la responsabilidad política, pero no la responsabilidad jurídica por la firma del convenio.
Sin pasaporte e imputado por nueve delitos, el expresidente de Baleares está obligado a comparecer periódicamente ante el juez o en la comisaría. Perdió su trabajo de broker en EE UU y regresó a Madrid, con menos amigos en el PP. Desde 2009 ha tenido tres letrados. El último libra una batalla contra el juez y la fiscalía, a quienes acusa de persecución política. Es muy probable la imputación del expresidente en el caso Urdangarin, que él quisiera arrebatar al juez José Castro y trasladar a la Audiencia Nacional.
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