El juez interroga a Garzón sobre sus cuentas en EE UU

El magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón declaró ayer durante cinco horas ante el juez instructor del Tribunal Supremo Manuel Marchena que le interrogó sobre las cantidades aportadas por diversas empresas españolas para patrocinar los cursos dirigidos por Garzón en la Universidad de Nueva York y por los movimientos de una cuenta abierta en Citibank en la que ingresó su nómina. El juez llegó al Tribunal Supremo poco antes de las cuatro y media de la tarde acompañado por un escolta y dos comisarios de la seguridad del edificio. Pasadas las diez y media de la noche, Garzón y su defensor, Enrique Molina, continuaban revisando el acta de declaración antes de firmarla.

El interrogatorio tenía por objeto también puntualizar diversos aspectos del informe patrimonial realizado por dos peritos de la Guardia Civil, que el martes ratificaron sus conclusiones. En el informe, los peritos plantean algunas dudas sobre una cuenta de Citibank que Garzón hizo constar en su declaración del impuesto sobre el patrimonio, y sobre la que indicaron que podría tratarse de dos cuentas distintas al haberse corregido dos dígitos de la numeración. Sin embargo, a preguntas del defensor de Garzón, Enrique Molina, y del fiscal, los peritos tuvieron que admitir que desconocían si se trata de una misma cuenta o de dos distintas. Tampoco pudieron precisar si el saldo se correspondía con lo declarado en el impuesto de patrimonio por Garzón, porque no habían tenido acceso a la cuenta del juez en Citibank.

La comparecencia de los peritos puso de manifiesto que la investigación se había extendido a la mujer y a una hija de Garzón por participar en una empresa que montaron años después del periodo al que se refería el informe pericial. A preguntas de Molina, reconocieron que, de acuerdo con la petición de Marchena, buscaban movimientos relevantes para fijar la participación de Garzón en alguna sociedad. Además, los guardias civiles reflejaron en el informe patrimonial de Garzón gastos de carácter personal y familiar que los agentes justificaron en que se consideraban "obligados" a presentar la información lo más amplia posible.

Otro de los puntos que el instructor pretendía aclarar es la consignación en el informe de un fondo de 336.000 euros que ya tenían Garzón o su mujer antes del periodo al que se refería el informe, los años 2005 y 2006. Los peritos concluyeron que para conocer el origen de esos fondos, lo primero sería preguntarle a Garzón.

El informe pericial aparentemente no contenía nada incriminatorio contra Garzón, ya que en sus cuentas en España no hay rastros de dinero procedente de los bancos Santander y BBVA, y empresas como Telefónica, Endesa o Cepsa que financiaron los cursos de la Universidad de Nueva York.