La repercusión del conflicto obliga incluso a comparecer al 'lehendakari'

La creciente polémica en torno a Metro Bilbao superará hoy los límites territoriales y llegará hasta el lehendakari. Patxi López tiene previsto comparecer para aportar su impresión sobre el conflicto laboral, habida cuenta de la repercusión que viene alcanzando. Lo hará a partir de las diez y media de la mañana, con una intervención que se espera muy contundente con la magnitud de la protesta planteada por el comité de empresa, habida cuenta de sus graves repercusiones sociales en un servicio público tan utilizado como el suburbano.

López se sumará a las valoraciones que en los últimos días están realizando distintos dirigentes políticos para tratar de impedir que se lleve a efecto el paro de 24 horas durante la celebración de Santo Tomás. Si el lunes fue el propio alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, quien emplazó a solucionar un conflicto que calificó de "humillante", ayer tomó posición el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, quien instó a llegar a un acuerdo entre los trabajadores y la dirección del metro para evitar los "importantes perjuicios" de la huelga.

Durante una entrevista en Radio Euskadi, Bilbao recordó que la huelga es un derecho constitucional que tienen los trabajadores, pero precisó que cuando su ejercicio no solo afecta a la empresa, "sino a los intereses de toda la colectividad", hay que tratar de llegar a acuerdos para evitar los paros. "Sé que es complicado, pero es una situación lamentable, porque va a verse perjudicada toda la población y más en un día como Santo Tomas, de gran movilidad y fiesta", advirtió.

Gestión "mejorable"

Tras abordar el conflicto desde el punto de vista del interés general, el diputado general vizcaíno aprovechó su condición de estilete peneuvista para descargar la munición política contra una dirección de Metro Bilbao que, a su juicio, "podía haber gestionado la huelga algo mejor". "Desde que están los nuevos responsables, la conflictividad y los problemas han deteriorado lo que era un servicio público muy valorado por la ciudadanía", recriminó Bilbao, antes de precisar que desde la dirección del suburbano ni siquiera se ha sondeado la opinión foral. "Cada uno tendrá que ser responsable de sus actos", avisó.