Fadesa saldará su deuda de 34 millones por la urbanización fantasma de Miño
Los 400 expropiados cobrarán una pequeña parte de los 34 millones que les debe
Es un paradigma de la era del ladrillo, cuando se proyectaban descomunales hileras de residencias frente al mar en pequeñas localidades de la costa. Una década después de fraguarse, la macrourbanización Costa Miño Golf, antes llamada Anácara, sigue inacabada, con aspecto fantasmal y presa de malas hierbas que invaden los rincones y entradas de centenares de chalés adosados y edificios de apartamentos deshabitados.
Es una de las mayores promociones urbanísticas de Galicia y está lastrada por el cúmulo de despropósitos que marcaron este proyecto de Martinsa-Fadesa con el Ayuntamiento de Miño (A Coruña), gobernado por el PP. Tras 10 años de reclamaciones judiciales, también siguen pendientes de cobro los 400 propietarios de terrenos expropiados a la fuerza por el Ayuntamiento para construir 1.217 chalés, apartamentos y parcelas, con campo de golf de 18 hoyos incluido.
La promotora dice que el primer abono se hará antes de terminar el año
Aún no hay fecha para terminar el complejo de 1.217 chalés
Aunque puede que empiece a verse al fin una salida al atolladero en el que varó este proyecto tras suspender pagos la inmobiliaria en julio de 2008. Tras aceptar, pese a sus reticencias, firmar con el alcalde de Miño, Juan Maceiras Barros, un nuevo contrato de adjudicación para dar cumplimiento a la sentencia firme que anuló, por ilegal, la urbanización, Martinsa-Fadesa aseguró, en declaraciones a este diario, que el 31 de diciembre habrá "un primer pago, pequeño" de esa deuda millonaria que arrastra con los exdueños de los solares.
Estos no solo consiguieron con su larga batalla judicial en solitario que se anulara la adjudicación de esta promoción urbanística, sino también que se multiplicara como mínimo por cuatro el precio de los terrenos que les fueron arrebatados hace una década. De los 6,3 euros por metro cuadrado que se les abonó por sus bienes, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia elevó el justiprecio mínimo a 25,9 euros (la cantidad se incrementa hasta 72,11 euros, en función de la calificación de cada suelo). La deuda, que crece cada día por incluir intereses de demora, se calcula en unos 34 millones de euros.
La inmobiliaria asegura que se abonará paulatinamente con cargo al crédito ordinario que suscribió para resolver su concurso de acreedores, el mayor de España, y saldar la totalidad de sus deudas. De ahí, insiste, ese "primer pago" antes de que finalice este año, "tal y como se estipula en el convenio de acreedores".
Y Martinsa-Fadesa asegura que también es "inminente" la reanudación de las obras para acabar la macrourbanización. Da por entregadas 700 viviendas, y casi finalizadas y con licencia municipal de ocupación otras 210. La edificación de las últimas 178 también "está al 85%-95%", agrega la compañía. En la web de la inmobiliaria, siguen a la venta, con una considerable rebaja de precios, chalés adosados o pareados, apartamentos y parcelas individuales para construir "con vistas al mar o al campo de golf". Pulverizado el plazo inicial de ejecución, de 30 meses, la promotora dice ahora que no hay fecha para terminar las edificaciones.
Mientras, el equipo del alcalde ni siquiera ha accedido a hacer público el nuevo contrato de adjudicación firmado con la compañía el pasado día 1 y remite a la empresa para cualquier dato al respecto. Nunca ha tenido una reunión formal con los expropiados ni atendido las reiteradas peticiones de la oposición -que ahora conforman en solitario los socialistas- para que se siente a negociar con los afectados por esta promoción pactada el 17 enero de 2001 entre el entonces responsable del Ayuntamiento, el exalcalde Deogracias Romeu, también del PP, y el fundador de Fadesa, el coruñés Manuel Jove.
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