La Xunta se encomienda al futuro ministro para que fije el final del AVE

Para el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el final del AVE a Galicia está ahora igual de lejos que en julio de 2009 cuando firmó el Pacto do Obradoiro. Como si en estos dos años y medio, en los que el Ministerio de Fomento licitó 5.860 millones de euros, no se hubiera hecho nada. Si entonces, a mediados de 2009, estampó su firma sobre un documento que planteaba la llegada del tren rápido a Galicia en 2015 tras una inversión de 4.678 millones (entre los que no estaban previstos los contratos para el mantenimiento de la obra), ahora Feijóo asegura que siguen faltando seis años y que las obras no estarán acabadas hasta 2018. En 2009 faltaban seis años de trabajos y a finales de 2011 sigue faltando lo mismo.

El presidente desliza que Blanco tiene intereses ocultos en adjudicar contratos

"Soy testigo de los compromisos de Rajoy y no cambiaré de opinión", afirma

Así que el objetivo de la Xunta es que la Alta Velocidad llegue en 2018. Es lo que subrayó ayer, tras el Consello de la Xunta, el presidente Feijóo. Su Gobierno viene repitiendo durante los últimos meses que los cálculos de Fomento de que los primeros trenes podrían llegar a finales de 2015, más que optimistas, son "un engaño". El conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, fue ayer más lejos que su jefe. Deslizó que la fecha de 2018 se puede incluso retrasar en función de lo que se encuentre el gabinete de Rajoy cuando llegue al poder. "Nosotros teníamos un análisis de [que llegaría en] 2018 en función de lo que conocíamos en ese momento. Esperamos que el nuevo Gobierno identifique la situación y analice la situación de los tramos licitados y pendientes de licitar. Y luego que nos traslade una fecha cierta, que es lo que pedimos y planteamos", aseguró.

Esa "fecha cierta" aun podría demorar más el final del proyecto pero no porque el Partido Popular y Rajoy no se comprometan con el sino por la herencia recibida. Tanto Feijoó como Hernández volvieron a defender ayer que Fomento no adjudique contratos en funciones, como exigió el PP en Madrid, por más que el conselleiro pidiese a José Blanco hace semanas que siguiera adelante con las licitaciones en pleno traspaso de poderes. Feijóo criticó ayer que entre los contratos que pretendía otorgar Fomento había uno de mantenimiento de las vías por los próximos 25 años con un importe de cerca de 2.000 millones. No se refirió al resto de las inversiones previstas (1.000 millones de euros ya licitados por Fomento y pendientes de adjudicar) que sí están destinadas a construir la plataforma y por tanto a acelerarar los plazos, y que el ministerio también va a paralizar siguiendo instrucciones de los populares.

El presidente llegó a insinuar que son otros "intereses distintos del interés general" los que llevaron a Blanco a intentar dejar atada esa contratación. Tras sembrar esas dudas sobre el ministro, defendió que su presión (sobre el Gobierno socialista el seguimiento de la Xunta fue casi semanal) para que se agilicen las obras continuará cuando Rajoy se siente en La Moncloa. Dijo que tiene presentes los compromisos del candidato de su partido explicitados en el inicio de curso político en Soutomaior y en Vigo. "Yo soy testigo presente de esos compromisos, conozco cómo se formularon y no cambiaré mi opinión, le pediré que cumpla sus compromisos para priorizar el AVE a la comunidad autónoma, ese es mi compromiso con los gallegos", concluyó.

Pese a su discurso plagado de reproches al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, el presidente gallego defendió la oportunidad de haber firmado el Pacto do Obradoiro. "En 2009 se agilizaron las inversiones, en 2010 se paralizaron y en 2011 hay luces y sombras", afirmó refiriéndose a las partidas destinadas por el ministerio.

También ayer, el PP nacional defendió a través de un comunicado que no cabe hablar de parálisis de ninguna infraestructura porque "un gobierno en funciones ni adjudica ni licita", informa Europa Press.