Teoría y práctica de lo que un Gobierno puede adjudicar en funciones

La Xunta actualiza cada día su manual de lo que puede hacer o no un Gobierno en funciones. Para justificar la paralización del AVE que ha exigido el PP al Ejecutivo de Zapatero, el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández (director general de Obras Públicas en el último Gobierno de Fraga), aseguró anteayer: "Cuando dejamos la Xunta en 2005 no adjudicamos carreteras y quiero subrayar que no estábamos bajo ningún expediente ni imputación del Supremo".

En realidad, su departamento sí adjudicó carreteras, entre ellas las variantes Marín y de Cortegada a Filgueira, además de otras cinco obras por 11,7 millones de euros. Todo entre el 7 de julio y el 1 de agosto de 2005. Las elecciones habían sido el 19 de junio y el resultado definitivo se conoció el 27 de ese mes cuando se recontó el voto emigrante. Ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aclaró que lo que no se deben adjudicar son "grandes infraestructuras".

Feijóo intentó además desmentir la información publicada ayer por este diario, según la cual su propio departamento adjudicó estando en funciones durante el verano de 2005 más de 90 millones en obras. Alegó que varias de las actuaciones, entre ellas la autovía Ferrol-Vilalba (por 39 millones), se adjudicaron el 15 de junio, cuatro días antes de las autonómicas que llevaron a la Xunta a la coalición PSdeG-BNG. Sin embargo, el último trámite de todo concurso público -que es la orden de publicación en el Diario Oficial de Galicia- se produjo en el caso de la autovía y del resto de infraestructuras el 8 julio de 2005, casi tres semanas después de los comicios, tal y como publicó ayer este diario, y lleva la firma del entonces secretario general de Política Territorial, José Antonio Fernández, hoy en el mismo cargo.

Aquella Xunta de la que Feijóo era vicepresidente primero también decidió en funciones dar dos licencias de televisión autonómica (Cadena Cope y Corporación Voz de Galicia), autorizar una piscifactoría en Touriñán a Pescanova y adjudicar dos edificios de la Cidade da Cultura. De esta última obra, Feijóo dijo estar arrepentido hace algunas semanas.