Entre el 'corralito' y el preconcurso
La cooperativa de L'Aldea, que ha bloqueado las cuentas de 3.000 personas, deberá vender patrimonio, asociarse o tratar de cobrar trabajos pendientes
En la cooperativa agrícola de L'Aldea (Baix Ebre) sigue el corralito. La actividad hortofrutícola volvió ayer a las instalaciones y los campos cercanos, pero de su sección de crédito y ahorro siguió sin salir ni un euro. La entidad presentó en los juzgados de Tarragona una petición para que se prepare su concurso de acreedores. La solicitud implica que la cooperativa, que mantiene desde el viernes bloqueadas unas 1.000 cuentas bancarias de 3.000 clientes, reconoce su situación de insolvencia y busca una salida. Tiene cuatro meses para encontrarla o presentar el concurso de acreedores. Mientras, técnicos de la Generalitat trabajan desde el lunes para elaborar un plan de viabilidad y de refinanciación.
La entidad debería haber pedido ayuda antes del colapso, cree la Generalitat
Entre las opciones que se estudian para sacar adelante la cooperativa están las de vender parte del patrimonio, asociarse con otras entidades y, sobre todo, esperar a cobrar el trabajo realizado en estos meses, algo que aún podría alargarse hasta 90 días. A principios de semana diferentes fuentes cifraron el dinero retenido en seis millones de euros, de los cuales 1,8 millones eran de cuentas corrientes. Sin embargo, en los documentos presentados en el juzgado ayer no se especifica ni el agujero ni las causas que han dejado a los vecinos sin poder sacar su dinero. Precisamente, la falta de información es lo que más preocupa a los afectados. Han decidido seguir organizando acciones por su cuenta. Anoche se reunieron para trazar un plan de acción. "Cada día estamos más nerviosos porque no nos dan ninguna información, me paso las noches dando vueltas en la cama sin poder dormir; han jugado con nuestro dinero y no vamos a quedarnos sentados", aseguró Estela Estorach, de 37 años, portavoz de la asociación de afectados. "No puedo poner la mano en el fuego, no he visto las cuentas ni soy el auditor, pero debemos confiar en que la Generalitat va a salvarnos", pedía ayer Dani Andreu, alcalde de L'Aldea.
A pesar de que diversos portavoces de la Generalitat aseguraron ayer que las labores de análisis se alargarán hasta el viernes, el delegado de la Generalitat en las comarcas del Ebro, Xavier Pallarès, explicó a este diario que, según un informe preliminar, la entidad es solvente y ha sufrido un problema "puntual" de falta de liquidez. Según Pallárés, si la entidad hubiera avisado antes de sus problemas, probablemente no se habría llegado a esta situación límite. Reconoció que todavía no se ha cuantificado el agujero, pero que ya se apuntan las principales causas: las últimas grandes inversiones de la entidad (compró un solar para un vivero y un sistema de regadío con una hipoteca de 1,5 millones de euros) y la retirada de fondos. Al parecer, según otras fuentes, estos últimos días había perdido hasta 900.000 euros porque decenas de socios depositaron sus ahorros en otra entidad, que prometía una rentabilidad del 7,5%, frente al 3% de la cooperativa.
Por su parte, Cáritas se emplea a fondo para abastecer de de alimentos. Por el momento, una veintena de familias de L'Aldea ya recurren a la comida que el párroco del pueblo, Víctor Cardona, reparte discretamente para preservar el anonimato de los afectados.
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