El PNV de Gipuzkoa insiste en debatir la reforma fiscal en el OCT

El PNV de Gipuzkoa reiteró ayer su apuesta porque la reforma fiscal se debata en el Órgano de Coordinación Tributaria (OCT). En un comunicado, el grupo peneuvista en las Juntas Generales resaltó la "necesidad" de garantizar la armonización tributaria entre los tres territorios y recordó que existe "la obligación" de actuar en un marco de equilibrio fiscal impuesto por la Comunidad Europea.

"Es necesario reformar la política tributaria de manera que permita incentivar la actividad económica y el empleo, así como dotar a las administraciones de recursos para financiar las prioridades en gasto público", rezaba la nota de la formación. En opinión de los nacionalistas, una vez que se haya racionalizado el gasto y perseguido, "con todos los elementos posibles", el fraude fiscal, "se deberá proceder a revisar el sistema tributario". En este sentido, el PNV guipuzcoano apuesta por una fiscalidad basada "en los principios en los que cada ciudadano contribuya según su capacidad, que pague más el que más tiene".

Por su parte, el PP de Gipuzkoa afirmó, ante la reforma fiscal planteada por Bildu, que no parará hasta convencer al PNV y al PSE de que "el desastre político, económico y social sólo se frenará desde el entendimiento".

Afán recaudatorio

El portavoz popular en Juntas Generales, Juan Carlos Cano, lamentó que Bildu "no tenga voluntad" de llegar a acuerdos en torno a la reforma tributaria. Cano consideró que las medidas planteadas por la coalición abertzale "no responden a las necesidades de nuestro territorio, ni de los guipuzcoanos, ni de ser más competitivos y reactivar la actividad económica y empresarial y generar empleo y oportunidades", sino "a un afán recaudatorio muy mal entendido". A su juicio, Bildu ha recurrido "a lo fácil". "Pretenden apretar el cinturón de los contribuyentes con el demagógico estribillo de cargar a los ricos para beneficiar a los pobres", dijo.

Por otro lado, la portavoz de Esker Batua-Berdeak en las Juntas de Álava, Nerea Gálvez, comunicó que ha presentado diez enmiendas parciales al proyecto de norma foral del Impuesto sobre el Patrimonio, en las que propone que este tributo se aplique a las personas con un patrimonio neto a partir de 600.000 euros. Su objetivo es "que vuelvan a cotizar los que no saben que hay crisis". El proyecto de norma contempla un mínimo exento general de 800.000 euros.