La industria cultural reivindica su espacio en una feria llena de público
El sector, castigado por los recortes, emplea en Galicia a 17.000 personas
La Feira das industrias Culturais Culturgal celebra hoy su jornada final tras un fin de semana de relación horizontal entre público y profesionales en el foro del Pazo da Cultura de Pontevedra, que por segunda vez consecutiva sirve de sede al encuentro.
Mediada la feria, los organizadores se daban ayer por satisfechos por la respuesta ciudadana a la convocatoria. "Este éxito es muy positivo anímicamente. Ver que el público se acerca y se interesa por los productos es muy importante", comentaba ayer el director de la feria, Sergio Lago.
En su segunda jornada, Culturgal atrajo a un público que afluyó en abundancia, sobre todo a partir de la tarde. Un respiro para un sector castigado como el que más por el parón económico y, sobre todo, por las recetas de austeridad de todos los gobiernos. "Ha sido un año muy difícil. La cultura no es ni mucho menos inmune al parón. Nosotros tenemos colgado el sambenito de sector subvencionado, pero hay muchos otros que también reciben ayudas", explica Lago.
Con una contribución al PIB gallego de en torno al 2% y más de 17.000 empleos, Culturgal sirve para hacer visible un sector en el que las ferias no tienen la solera que albergan en otras partes de Europa. "No hay mucha tradición, por eso una iniciativa como esta sirve, y más en un punto crítico como el de Navidad. La asistencia demuestra que el público también piensa en la cultura".
De la feria también destaca su carácter transversal, con profesionales y público intercambiando pareceres sin intermediarios. La distribución física de los expositores quería imitar a las estancias de una casa -salón, patio, fayado, garaje- símbolo del hogar de la cultura gallega e que la feria pretende erigirse. Fue el salón, precisamente, el que ocupó el centro del espacio a partir de las siete de la tarde. Sentados en sofás ante el público, Manuel Rivas compartió escena para hablar de literatura con José Luis Cuerda y el escritor y periodista Manuel Jabois, que dieron paso a un coloquio sobre novela negra en el que intervino el escritor vigués Domingo Villar.
En el garaje, las empresas del audiovisual mostraban sus propuestas. La Televisión de Galiciatuvo reservado un espacio en el que explicaba "una de las más avanzadas técnicas de la televisión" la del croma.
Enfrente los responsables del medio digital de tendencias Disquecool fotografiaban a todo el que quisiera posar ante su tenderete. Por el otro extremo, el patio, pasaron Crebinsky y Berrogüetto, que presentaron sendos DVD, mientras en el fayado, al que se llegaba por un acceso lateral, las presentaciones autodenominadas "marginales" se sucedieron sin cesar durante la jornada.
"El espíritu era servir de gran escaparate del sector y juntar esfuerzos", resume Sergio Lago.
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