Todo por el clan
El clan Moore-Willis parecía una versión familiar de El ángel exterminador, aquella película de Buñuel en la que se entraba pero no se salía. Hasta hace un par de semanas, cuando Ashton Kutcher rompía esa improbable imagen de perfección disfuncional al sellar su certificado de divorcio por pasar la noche de su sexto aniversario de bodas en compañía de una rubia en un hotel.
Al separarse Demi Moore de Bruce Willis en 2000, se llevó a sus tres hijas a su rancho en Idaho para alejarlas del ruido mediático. Esta vez es ella la que se ha quitado de en medio y ha dejado a su prole a merced de las fieras. La pequeña, Tallulah, de 17 años, se destetaba el sábado pasado en ese anacrónico encuentro anual de princesas celebrado en París llamado Baile de Debutantes. Y aparecía rodeada por sus mayores, Rumer y Scout, y escoltada por su padre, que, dicen, no se mostró relajado hasta que sacó a bailar a su criatura a medianoche. Su cavalier debutante fue Milan Orban, hijo de intelectuales parisienses. Y aunque no tenga novio conocido, su amistad con Patrick Schwarzenegger ha alimentado los ecos de sociedad angelinos.
Mientras su madre se separaba, ella fue al baile de debutantes escoltada por Bruce Willis y sus hermanas
Para su noche de ensueño, Tallulah se vio envuelta en un escote joyero concebido por Alber Elbaz, diseñador de Lanvin y parte del círculo íntimo que cierra filas en torno al clan en estos duros momentos, entre los que se cuenta también Madonna, la consejera cabalística oficial.
En su primera entrevista, publicada esta semana por Hello!, Tallulah confesaba una devoción por la moda que espera que desemboque en la redacción de alguna revista del sector. Ya con 15 años fue aceptada como becaria unas semanas en Harper's Bazaar. Visitó la sede del brazo de Demi y Ashton. A ella le acababan de dar una portada y él escribía ocasionalmente para la publicación ensayos sobre las leyes de la atracción entre hombres y mujeres. Aunque su libro de estilo finalmente no haya resultado tan infalible como parecía.
Babelia
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