¿Moneda única en Suecia? No, gracias
Los suecos se reafirman en su rechazo a la integración en la divisa europea
El distrito de Haga en Gotemburgo es lo más pintoresco de la ciudad. Levantado en el siglo XVII, contiene un buen número de edificios históricos en perfecto estado de conservación que a su vez albergan tiendas con el más moderno diseño escandinavo. Es pequeño, su calle comercial, la Haga Nygata, apenas se extiende por media docena de manzanas. Ingegard Andersen es propietaria de una de las muchas tiendas y no duda ni un segundo en decir que Suecia está mejor fuera de la zona euro. Su amiga Fredika, comerciante del distrito de Nordstan, no puede estar más de acuerdo: "Menos mal que rechazamos el euro a tiempo... No nos imagino a los suecos apoyando un rescate financiero para Grecia".
El 65% de los votantes volvería a decir que no al euro en un referéndum
La opinión de Ingegard y Fredika la comparte, con menor o mayor vehemencia, una aplastante mayoría de personas a las que se le pregunta sobre la crisis en Europa. Desde el directivo de una empresa industrial y los comerciantes minoristas, pasando por los empleados públicos y estudiantes, hasta los obreros y taxistas inmigrantes, la respuesta es una: Suecia está mejor fuera del euro. Los suecos ya rechazaron en referéndum en 2003 la adopción de la moneda única y, según las últimas encuestas, el 65% de los votantes volvería a decir que no.
"¿Sabe que a nuestro ministro de Finanzas lo han elegido el mejor de Europa? Está muy bien para Suecia, ¿no?", comenta Thomas Schulz, portavoz del grupo automovilístico Saab. La designación del ministro Anders Borg como el mejor del año según la lista que elabora el periódico británico Financial Times ha reforzado la idea de los suecos de que capearán la crisis mejor solos que dentro de la zona euro. Borg ocupa el primer puesto gracias a sus tempranas advertencias sobre la necesidad de fortalecer a la banca y sus críticas a los bonos de los banqueros, aparte de haber sabido mantener la buena salud de la economía sueca, que crece a una tasa interanual del 4,6%, casi un ritmo asiático. El ministro sueco nunca ha rechazado tajantemente la pertenencia de su país al euro, pero tampoco tiene ninguna prisa para fijar un plazo para impulsar la adhesión sueca a la moneda europea.
Borg, de 43 años, ocupa la cartera de Finanzas sueca desde hace seis años. Recientemente anunció que forzará a los cuatro principales bancos del país a elevar su cuota de capital propio en los próximos años por encima de lo que recomiendan los acuerdos internacionales de Basilea III. El Handelsbanken, el Nordea, el SEB y el Swedbank deberán tener un 10% de capital propio desde el 1 de enero de 2013, que subirá al 12% dos años después, según informaron las autoridades financieras. Al igual que en Basilea III, la nueva norma sueca incluye la obligación de contar con unas reservas adicionales de emergencia del 2,5%.
La prensa de Gotemburgo también ha respaldado la reciente petición de Borg para que España e Italia aceleraran los planes para reducir el déficit. "Tenemos que ver una consolidación fiscal acelerada tanto por parte de Italia como de España. Ahora es una ocasión única en el sentido de que tenemos dos nuevos Gobiernos que pueden sacar los cadáveres del armario y deben darse cuenta de que los mercados no les van a permitir una luna de miel", ha dicho el ministro sueco.
Borg es uno de los que sostiene que más recortes por parte de Madrid y Roma darán más margen al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Central Europeo (BCE) para reforzar el fondo de rescate de la UE para países endeudados: "Si lo hacen, la reunión de principios de diciembre de los jefes de Estado [la cumbre está prevista pare el día 9] empezará con mejor pie, porque tendremos más credibilidad en el mercado".
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