Euskadi amenaza con revisar la atención sanitaria a vecinos de autonomías limítrofes
Euskadi alerta de que su conflicto sanitario con La Rioja no es solo un problema entre dos comunidades. El Departamento vasco de Sanidad lanzó ayer la advertencia de que podría plantear iguales exigencias para atender a pacientes de otras comunidades vecinas -Cantabria, Navarra y Castilla y León-, un aviso de la posibilidad de un "efecto dominó". Las autoridades vascas mantienen que no van seguir los pasos de La Rioja, que rechaza atender a enfermos de la Rioja Alavesa. Pero si el Gobierno central no hace entrar en razón al presidente riojano, Pedro Sanz, del PP, ello "obligaría a redefinir las relaciones institucionales" de Euskadi con las demás autonomías colindantes.
Tras dar por rotas las negociaciones, el consejero de Salud vasco, Rafael Bengoa, resumió ayer que se trata de un problema de "cohesión nacional" que debe abordarse en el Consejo Interterritorial de Sanidad, en el que participan el ministerio y las comunidades autónomas. "No vale hacer pequeños arreglitos [convenios] por todo el país" y rechazar a los pacientes de zonas limítrofes entre regiones. Más de 100.000 personas de toda España están en esta situación. Ello obligaría a realizar inversiones "estrafalarias", más aún en época de crisis.
Bengoa endureció su discurso el mismo día en que Mariano Rajoy se reunía con los máximos responsables de las comunidades autónomas en que gobierna el PP, entre ellos, Sanz. Aunque todas las miradas se dirigieron a esa cita, azuzadas además por las palabras del presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien afirmó que Rajoy "obligará" a Sanz a atender a los pacientes de la Rioja Alavesa cuando llegue al Gobierno, no trascendió ningún cambio.
La Rioja ha exigido contraprestaciones económicas que Euskadi ha rechazado siempre. Durante los fracasados contactos han aflorado nuevas divergencias. Bengoa calificó de "estrambóticas" algunas propuestas riojanas. Una de ellas, según ha podido saber EL PAÍS, era que la sanidad vasca asumiese 500 interrupciones de embarazo anuales de mujeres riojanas, la práctica totalidad de abortos que se realizan en esta región.
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