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Profesores universitarios denuncian el retraso de las retribuciones a la excelencia

Por ahora no pasa de un retraso en una convocatoria, pero ya tiene alerta a parte de la comunidad docente e investigadora de las universidades gallegas. Las retribuciones extra a la excelencia docente e investigadora, que perciben unos 600 profesores solo en la Universidade de Santiago, cumplen este año un lustro -se crearon en 2006 a los docentes que las perciben desde hace cinco años, el tiempo máximo, les toca ahora actualizar la lista de méritos para optar a seguir recibiendo el plus. No han podido hacerlo porque la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario Galego (ACSUG), el organismo encargado de la gestión de estas pagas extras, no ha publicado aún la convocatoria de este año. Portavoces de la consellería aseguran que se publicará este mismo noviembre, a punto de terminar, aunque a los que han dejado de percibir el complemento en julio no les servirá de nada, asegura el Catedrático de Historia Contemporánea Lourenzo Fernández Prieto, porque perderán la retribución de varios meses, desde julio a la fecha en la que se resuelva la asignación de los pluses. Desde el verano, las nóminas de estos docentes ya no incluyen el complemento, que puede ir desde los 150 euros a los 400 euros mensuales en función de los puntos obtenidos por el solicitante en la evaluación de los currículos.

Muchos profesores universitarios lo consideran un nuevo recorte impuesto por la Consellería de Educación, después "de una bajada de salarios sin avisar". Para Fernández Prieto es una medida de ahorro encubierta. Desde 2006, los docentes de las tres universidades gallegas pueden solicitar complementos de reconocimiento por la excelencia curricular docente e investigadora y los cargos de gestión. Una parte de estos pluses se consolida, pero otros tramos de la retribución deben ser actualizados. Son las conocidas como "partes móviles" del plus, las que ahora los 600 profesores de la Universidade de Santiago están pendientes de solicitar. "Si hubiésemos tenido la más mínima duda de que esto iba a pasarnos habríamos presentando la actualización en 2010", explica Fernández Prieto, que calcula que el ahorro de la Administración en este complemento sería de entre 500.000 y 900.000 euros. "Nos sucede algo parecido a los investigadores Parga Pondal", compara el profesor. Los 53 investigadores del programa están aún pendientes de la convocatoria de plazas para estabilizar sus puestos. "No da tiempo a publicar los contratos. Esta gente sabe que en diciembre estarán en sus casas", augura.

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