Un desalojo por peligro de derrumbe
El juez ordena a los indignados que abandonen un edificio ocupado
"Lo que nos ha costado que nos abran", lamentaba ayer un bombero. Se las vieron y desearon ayer para conseguir que los indignados les abriesen la puerta del número 7 de la plaza del Duc de Medinaceli, en Barcelona, para inspeccionarlo. El inmueble fue ocupado el jueves al terminar una manifestación de universitarios. El juez les notificó ayer a las diez de la noche que tenían 24 horas para abandonarlo. El edificio está en mal estado y es un peligro para la seguridad de las personas que ahora viven dentro.
Los Bomberos de Barcelona examinaron el inmueble por la mañana. Antes, el propietario del edificio había presentado una denuncia a los Mossos d'Esquadra, y adjuntado el informe de un arquitecto que indicaba que la vivienda de cuatro plantas amenaza ruina. Los bomberos ratificaron que algunas partes no estaban habitables. Y, junto con con la policía, advirtieron a los ocupantes que seguir dentro era un peligro. Ellos se negaron a marchar."Yo he estado dentro y no está en mal estado", aseguraba un joven adolescente a varios amigos. El informe de los bomberos es menos alarmante que el del arquitecto presentado por el dueño del edificio, según Interior, aunque ambos indican que el inmueble puede suponer un peligro. A última hora de ayer, los indignados tenían previsto celebrar una asamblea en el edificio para decidir si lo abandonaban o resistían. De lo contrario, previsiblemente los Mossos d'Esquadra procederán al desalojo.
Y mientras ellos decidían, unas 300 personas llevaban a cabo la ocupación de un bloque en el número 3 de la calle de Hostafrancs, en Sants. Es el cuarto inmueble que los indignados ocupan en un mes. El primero fue el pasado 15 de octubre, en Nou Barris. Allí viven ahora varias familias, a la espera de que un juez decida por la vía civil qué hacer. Antes, los propietarios denunciaron por la vía penal, pero su demanda de desalojo fue desestimada. Los indignados también entraron el miércoles en una antigua sede de una entidad bancaria, en Consell de Cent, pero los Mossos los desalojaron ayer por la mañana sin incidentes.
Para lograr su última ocupación ayer en Sants, los indignados necesitaron una radial para romper el pomo. Cuando lograron entrar, subieron hasta la azotea, desde donde colgaron una pancarta que rezaba: "Nuestra elección es la selección", con una flecha que señalaba al dibujo de un edificio.
Según contaron después, el inmueble era de una constructora que quebró. Posteriormente, lo adquirió la entidad bancaria Sa Nostra. El plan de los indignados es que varias familias, con las que llevan meses preparando la ocupación, entren a vivir en la docena de pisos del edificio.
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