La crisis ha sido un chollo
La crisis ha sido un chollo para España. Inmenso. Lo argumentó ayer de forma clara Jorge Fernández Díaz, telonero, junto a Alicia Sánchez-Camacho, de Mariano Rajoy. No decía Fernández que la crisis haya sido un chollo para el PP, que ha conseguido así vía libre hacia el Gobierno sin tener programa conocido. No, Jorge Fernández adujo que la crisis ha sido un chollo para España, que saldrá de ella mucho más fuerte porque, razonó, quien tropieza, si no se cae, da dos pasos. De modo que ¡vivan las crisis! Recuerdan al comunista (vaya comparación ha salido) de una novela de Semprún (llevada al cine por Losey) que sostenía que la larga dictadura de Franco había robustecido al partido. Y uno de los que escuchaba, respondió: "Pues 40 años más, y como un mulo". A saber qué opinan los parados de la fortaleza que les aguarda. Pero no deben preocuparse, porque el PP no va a dejar nadie en la cuneta. Ni siquiera a los que buscan fosas. Y a esos, menos que nadie.
Rajoy celebró el mitin en L'Hospitalet, a desmano del mundo y, sin embargo, llenó con una multitud en la que había muchos pensionistas y jóvenes que se han quedado por aquí desde la Jornada Mundial de la Juventud Católica.
Llevaba el líder del PP una corbata que, en la distancia, parecía del Espanyol. Ya en harina, dijo cosas extrañas. Por ejemplo, afirmó, literal, que hay que ayudar "al que se le ocurre algo". No estaría mal, si no se hubiera pasado meses criticando las "ocurrencias". Pero lo más extraño es esa tesis que defiende la derecha (dice Chomsky que la izquierda parlamentaria viene a ser una derecha moderada) según la cual la austeridad es imprescindible y el crédito también, aderezado con que no hay que gastar más de lo que se tiene. Se diría que es una contradicción en términos. Se pide un crédito porque no se tiene dinero suficiente y se quiere gastar ese dinero que no se tiene. Pero eso es ser cualquier cosa menos austero.
Podrían Rajoy y Sánchez-Camacho, que de economía sabe más que su jefe, aducir que se refieren al crédito inversor, pero no es así en absoluto, porque dejan bien claro que hablan del "crédito a las familias". Debe de ser esto parte de la jerga en que se ha convertido el lenguaje de los economistas técnicos: los que tienen una verdad que nadie comprende.
Y eso está bien, lo de la verdad. Porque un Gobierno, dijo Rajoy, "debe decir siempre la verdad". Es de suponer que lo dijo mientras pensaba seriamente en el Prestige y las armas de destrucción masiva.
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