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Europa convulsa

Merkel: la hora de la unión política

La canciller alemana advierte de que Europa vive la peor crisis desde la guerra

La canciller Angela Merkel ha pedido a los alemanes disposición a las reformas "en tiempos de cambio de época", en los que Europa atraviesa "su hora más difícil desde la II Guerra Mundial". En su discurso en el Congreso Federal de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Merkel ha repetido su fórmula en defensa de la moneda única: "Si fracasa el euro, fracasará Europa". También ha recordado que los socios de la Unión Europea comparten un "destino común". Merkel ha salido al paso de las críticas dentro de su partido, afirmando que en la presente crisis "no se pueden ofrecer las mismas respuestas que hace 30 años". Y ha anunciado: "Estamos ante el umbral de una nueva Europa". Merkel ha impuesto dos propuestas clave en el congreso federal: los democristianos apoyan la moción de respaldo a la política europea del Gobierno y aprueban la introducción de un salario mínimo en todos los sectores. La jornada de la CDU se ha saldado así con un éxito para su líder, cuyo criterio prevalece sobre las cada vez más numerosas voces críticas en el partido.

La dirigente logra el respaldo de la CDU a su política europea y al salario mínimo

En su pausado discurso de una hora, Merkel ha llamado a avanzar en la unión política en el continente. La propuesta aprobada por la CDU propone cambios en los tratados europeos. Por un lado, pretende que los países que vulneren los criterios de convergencia de la moneda única enfrenten sanciones más duras. En últimas instancia, los Estados que no se atengan a la disciplina presupuestaria podrán ser demandados ante el Tribunal de Justicia europeo de Luxemburgo. Además, la CDU quiere abrir el paso a salidas "voluntarias" de los países que no puedan o no quieran seguir los criterios de estabilidad. Esta salida no supondría abandonar la UE. Tanto Merkel como su también democristiano ministro de Hacienda Wolfgang Schäuble (CDU) abogaron ayer por preservar la eurozona "en su composición actual" de 17 socios.

En cuanto al salario mínimo, Merkel ha logrado el apoyo de su partido para que todos los sectores fijen un sueldo base. Hasta ahora, los salarios mínimos estaban restringidos a los convenios colectivos de los sindicatos, que varían de región a región y de profesión a profesión. La propuesta de la CDU obligará a que los sectores hasta ahora excluidos adopten también unos emolumentos mínimos para los trabajadores. La aplicación de esta medida se presenta complicada.

La crisis de la deuda europea supone una "prueba histórica de supervivencia" para la UE. La canciller ha propuesto de nuevo "más Europa", que es la fórmula en la que suele empaquetar sus propuestas de endurecimiento de los sistemas europeos de supervisión sobre la disciplina presupuestaria de los socios. La dirigente alemana ha vuelto a hablar en Leipzig de endurecer las sanciones a los que violen los Tratados, con el tribunal de Luxemburgo como última instancia de castigo a los que se salgan de los criterios europeos a largo plazo. Ha recordado las "60 veces" que los socios han violado el Pacto de Estabilidad desde que se adoptó la moneda común. También ha rechazado otra vez las propuestas para que la eurozona se endeude emitiendo deuda conjunta. Los eurobonos "no son el futuro de Europa". La supervivencia de la UE "merece todos nuestros esfuerzos", añadió. Alemania "saldrá fortalecida de esta crisis", por tanto los esfuerzos deben dirigirse a que también la UE salga de la presente amenaza existencial. El euro, ha insistido, "es más que una divisa".

Merkel, que este año no se enfrenta a la reelección como presidenta de la CDU, quiere mantener la unidad de los democristianos y conservar su respaldo tras los volantazos políticos de los últimos años. Bajo su liderazgo, la CDU ha abandonado posiciones tradicionales: Merkel abolió el servicio militar obligatorio y protagonizó un inesperado giro antinuclear. Con la introducción del salario mínimo, Merkel rompe otro tabú democristiano pese a la resistencia del ala empresarial de la CDU.

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La canciller Angela Merkel y delegados de su partido, la Unión Demócrata Cristiana, durante el congreso celebrado en Leipzig.
La canciller Angela Merkel y delegados de su partido, la Unión Demócrata Cristiana, durante el congreso celebrado en Leipzig.TOBIAS SCHWARZ (REUTERS)

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