La falta de dinero deja en el aire el campus de excelencia de Cádiz

Como ya ocurrió con las últimas oposiciones docentes, las limitaciones fijadas por el Gobierno central en los Presupuestos de 2011 vuelven generar problemas entre la Junta y el Estado. Pero, en esta ocasión, se suma un tercer actor/damnificado: el campus de excelencia regional liderado por la Universidad de Cádiz.

Ha pasado medio mes desde que este proyecto, liderado por Cádiz y con representación de todas las universidades andaluzas de provincias costeras, consiguió esta calificación para poder desarrollar proyectos de investigación y divulgación. Ahora su consecución depende de que el Ministerio de Economía y la Junta de Andalucía firmen un convenio que consolide la financiación necesaria de 4,8 millones. El Gobierno autonómico no quiere asumir las duras condiciones económicas que impone Madrid en esta convocatoria pero el rector gaditano, Eduardo González Mazo, apremia. "La Junta sabía cuál era la exigencia y, aún así, nos dio la mano y nos felicitó cuando conseguimos pasar el corte", protestó ayer.

Cuando se concedió la calificación al proyecto de Cádiz, se aprobó una financiación de 4,8 millones a través de un crédito. Ese préstamo lo concede el Gobierno central a la Junta de Andalucía, que, a su vez, lo transfiere a la universidad. El problema es que este año las condiciones han cambiado. En las convocatorias anteriores el préstamo no tenía intereses y la entrega del dinero se hacía por anticipado, este año el Ministerio Economía impone un interés del 5,667%.

"Es una barbaridad. La Junta puede tener préstamos bancarios por el 4%, así que lo que se establece ahora no tiene sentido", dijo ayer el consejero de Gobernación, Francisco Menacho. Lo corroboró el delegado de la Junta en Cádiz, Manuel Jiménez Barrios. "Lo que no parece un buen método es aprobar un proyecto para que lo financie otro con un interés tan alto". La Junta cree que la pelota está en el tejado del Ministerio de Economía, que debe rebajar sus pretensiones.

El rector gaditano no quiere encontrar culpables sino una solución, aunque insiste que todas estas condiciones se conocían con anterioridad. "La Junta sabía que existían estas obligaciones con el préstamo y, aún así, nos respaldaron a nosotros y a los otros campus de excelencia que finalmente no salieron".

Desde la Junta, también insisten en que a las universidades se les trasladó antes de la convocatoria que no estaba dispuesta a firmar un crédito con un interés tan alto. Así lo confirmaron ayer la Universidad de Córdoba y la Pablo de Olavide de Sevilla, que se presentaron también al último concurso. González Mazo admitió que "alguien" le advirtió antes de presentar la candidatura que este problema de financiación podía llegar: "Fue verbalmente. Nunca por escrito. Pero nosotros teníamos el deber de optar a esta calificación. Hicimos bien nuestro trabajo y pasamos el corte. La financiación corresponde a las Administraciones".