Los vecinos de Martutene exigen que se acondicione el río Urumea
Izagirre promete en una asamblea con los afectados desarrollar el proyecto
"Me podéis prestar un par de hojas. Es que se me ha inundado la casa y lo tengo todo mojado". Minutos antes de que comenzara la reunión que el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, mantuvo ayer con los vecinos de Martutene, uno de los damnificados pedía hojas a los periodistas para poder tomar notas. El encuentro congregó a más de 300 vecinos en el gimnasio de la Ikastola Arantzazuko Ama del barrio. Era la hora de pedir explicaciones, de exigir una implicación del consistorio para el desarrollo del proyecto de acondicionamiento del río Urumea y de desahogarse.
El primero en intervenir fue Izagirre, acompañado de otros miembros de su gobierno, como el concejal de Bienestar Social, Jon Albizu, la de Infraestructuras y Servicios Urbanos, Nora Galparsoro o la de Protección Civil, Nekane Burutaran, y de representantes de los bomberos y la Guardia Municipal. El alcalde comenzó detallando las distintas fases del operativo de emergencias que se desarrolló el domingo y de los efectivos desplegados y medidas que se adoptaron en función de las previsiones meteorológicas que se sucedieron. "En castellano", se oyó reclamar a algunos de los vecinos cuando el alcalde comenzó su intervención en euskera.
Un damnificado: "Le quiero transmitir mi sensación de desamparo"
"Todos los años hay inundaciones, pequeñas o grandes pero hay", recordó el presidente de la Asociación de Vecinos de Martutene, Joaquín Sotilla, que añadió que es un problema que el barrio lleva arrastrando desde los años 50, cuando se construyeron a orilla del río las primeras barriadas. "Ya hay proyectos hechos, además muy buenos, simplemente pedimos que los ejecuten", exigió en referencia al plan elaborado por el Gobierno vasco en 2008.
Izagirre explicó, mientras los vecinos escuchaban -luego les tocaría el turno a ellos- que las primeras medidas que se adoptaron tenían por objetivo que el temporal no dejará ninguna víctima mortal en la ciudad, para luego priorizar los servicios de limpieza y seguridad y, por último, facilitar información a los vecinos sobre cómo reclamar gracias al acondicionamiento para tal efecto de la Casa de Cultura de Loiola.
"Vamos a convocar a toda la ciudadanía de San Sebastián para que venga a ayudar a limpiar aquí el sábado", propuso el alcalde. Izagirre también prometió que a todos los afectados que no puedan volver a su casa en varios meses se les facilitará un piso público y que destinará una partida económica para "los primeros gastos que puedan surgir". "Tenemos claro que Martutene es un sitio de peligro alto de inundaciones, que no se ha hecho absolutamente nada durante muchos años y que hay un proyecto ambicioso de actuación en el Urumea. Este proyecto se va a poner en marcha", aseguró.
"Le quiero transmitir mi sensación de desamparo total y olvido absoluto. Estamos en el tren de cola de esta ciudad y todos pagamos los mismos impuestos", apuntó el primero de los vecinos en intervenir, con un frontal en la cabeza. "Me gustaría que explique hasta dónde está usted dispuesto a llegar para reencauzar el Urumea", continuó levantando una ovación en el gimnasio de la Ikastola. A pesar de que muchos de los presentes criticaron o pusieron en duda la actuación del Ayuntamiento durante las fuertes lluvias del domingo, muchos de los vecinos agradecieron a Izagirre que por lo menos se haya acercado hasta los barrios para dar la cara.
Por su parte, el Gobierno vasco, la Diputación de Gipuzkoa y el resto de municipios del territorio afectados se reunieron por la mañana. En el encuentro se acordó la unificación entre las diversas administraciones del sistema de evaluación de daños para "conocer con detalle los desperfectos causados y aplicar las medidas necesarias", según informó la Diputación en un comunicado.
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