'Enbiciados' en el Matadero
La celebración del 'Festibal con b de bici' convierte el amor a las dos ruedas y el pedal en un acto colectivo de reivindicación de otro modelo de ciudad
El Matadero se transformó ayer en el cuartel general de la cultura de la bici en Madrid. Desde las once de la mañana, el Festibal, con b de bici congregó a usuarios, activistas, asociaciones, empresarios y, sobre todo, ciudadanos interesados por los pedales. La jornada "lúdico-reflexiva", organizada por el colectivo Biernes, se incluye en la muestra Lo normal es muy raro, que hasta el 27 de noviembre homenajea a la bicicleta a orillas del Manzanares.
Russian Red, La Bien Querida y Margarita fueron los grupos encargados de arrancar con un miniconcierto dedicado a los chavales y la movilidad. "Debemos enseñar a los niños que la bicicleta es un medio de transporte eficiente y útil. Así, cuando crezcan seguirán usándola", explica Sergio Martín, de 34 años que ha venido con su hijo. Como él, medio millar de personas, muchas familias, disfrutaban de la música en la plaza central del espacio. Ellos estaban atentos al escenario y muy cerca un grupo de jóvenes disputaba un partido de bike polo en una cancha al aire libre. Este deporte, muy conectado con la cultura urbana, cambia los caballos del polo tradicional por bicicletas.
En las naves, a cubierto de la lluvia, era posible comprar galletas inspiradas en los sillines o ver a un grupo de jóvenes hacer acrobacias sobre pequeñas bicis BMX. "Una ciudad con bicicletas es un lugar más agradable para vivir", explica Nacho Padilla, un publicista, de 34 años, uno de los organizadores de la iniciativa. "En Madrid no se fomenta mucho y por eso hemos querido darle visibilidad", añade.
El público familiar dio paso a los bicicleteros, que llenaron el espacio por la tarde. "La convocatoria ha sido un éxito; no ha dejado de entrar gente y han pasado muchas más personas de las que esperábamos", reconoce Pablo Berástegui, coordinador de Matadero. La idea de la fiesta no es mostrar solo la cara lúdica de la bicicleta, sino generar un espacio de reflexión sobre su uso. Por ello se organizaron cuatro mesas redondas que reunieron a más de 50 personas.
Para seguir en clave intelectual, en la Cineteca se realizó un pase de Cambio de sentido, un documental sobre la adicción al coche. La despedida corrió a cargo del grupo Remate seguidos de DJ Slowrace y DJ Set que, debido a la lluvia, concentraron a los asistentes en la nave 16. "La experiencia ha sido increíble no solo por la afluencia de gente, sino por el tono de la convocatoria", dice David Iglesias mientras recoge el puesto que instaló a las once. Hace seis meses abrió Dale Pedales, una tienda de bicis artesanales, y se ha pasado la jornada detrás del mostrador. Suenan nueve campanadas en la torre del reloj, es hora de volver a casa; en bici.
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